Uno de esos ya considerados clásicos de los 90´s dentro del universo del caballero de la noche, publicado hace casi 30 años (originalmente su lanzamiento fue en octubre de 1992),  por medio de una historia un poco subvalorada y quizás de poca recordación dentro de los fans de Batman y claramente opacada por la subsiguiente Knightfall, que casi podría considerarse como prologo de esta clásica saga, nos presenta a Azrael (Jean Paul Valley), como asesino de una secta mítica del siglo XVI, la Orden de San Dumas.

A través de una historia corta (se desarrollo durante 4 números) vemos a Jean Paul Valley, estudiante de la Universidad de Gotham City, que desconoce completamente del legado sobre el cual es portador ya que es el ultimo de un linaje de asesinos de una antigua sociedad secreta relacionada con los míticos Caballeros Templarios.

El primer número, muestra a un Azrael que esta a punto de cumplir su función como vengador, es abatido y muere, no sin antes pasar el legado a su hijo de una manera confusa y desorientadora, el cual decide abandonar todo y seguir el camino de su padre, donde conoce al que seria su maestro y guia oscuro dentro de la Orden (Nomoz), el cual le explica que que ha sido entrenado desde antes de su nacimiento, por medio de sugestiones hipnóticas y condicionamiento donde fue formado como experto asesino.

Mientras transcurren estos hechos, Batman y Alfred comienzan indagar sobre una revuelta en la que estuvieron involucrados 14 heridos y 4 muertos dentro de los cuales analizan la participacion de lo que denominan un “Angel” (Azrael) y de un traficante de armas Carleton LeHah, el cual inicialmente se muestra como un simple mafioso más, pero que poco a poco se ira transformando en el nemesis principal de Azrael, El Demonio Biis, cuyo unico objetivo es acabar. con todos y cada uno de los miembros de la Orden de San Dumas, orden de la cual el fue miembro.

Batman y Alfred se dirigen a Los Alpes Suizos, luego de haber interceptado una conversación, donde les dan pistas sobre los sucesos ocurridos y el helicóptero en el cual viajan es derribado por LeHah, lo cual provoca una avalancha en la montaña que lleva a un primer enfrentamiento contra Azrael, el cual escapa con la ayuda de Nomoz, mientras Batman se refugia con Alfred en un escondite que tenia Nomoz dejando pistas que le llevan a un Hospital cercano, donde tras un enfrentamiento con el ahora Biis, este captura a Batman y descubre la verdadera identidad del Caballero de la Noche.

Alfred le pide ayuda a Azrael para rescatar a Batman y se dirigen a una refineria de petroleo, donde Batman se encuentra amarrado bajo los efectos de sedantes, mientras Batman trata de jugar con la mente de Biis y buscar la forma de escapar, se presenta una lucha cuerpo a cuerpo, donde Azrael logra intervenir y tras varios disparos sobre una tuberia de gas se genera una explosion que destruye todo el lugar.

Finalmente el Hombre Murciélago convence a Azrael de luchar junto él contra los criminales de Gotham, rechazando su “derecho de nacimiento” y buscando forjar su propio destino, y no el que le tenía reservado la Orden de San Dumas.

Finalizo esta reseña mencionando a titulo personal, que esta es una de las mejores obras escritas por Dennis O´Neil, donde con tan solo 4 números entretiene al lector con el carácter de los personajes, donde por ejemplo un simple traficante puede convertirse en un psicópata con complejo de Dios, fundamentado en sus creencias religiosas  y que logra someter y desenmascarar la identidad de Batman, cosa que mucho otros villanos consagrados de la extensa galería de criminales que hacen parte del universo DC no han logrado y mostrando a un nuevo personaje como Azrael y toda la organización de la Orden de San Dumas, también es importante destacar el trabajo de Joe Quesada con su arte gráfico ya característico y a veces criticado por sus excéntricos y exagerados diseños icónicos de los años 90 pero que con la narración de O´ Neil y el trabajo de Kevin Nowlan en las tintas hacen que esta miniserie tenga mucha fuerza,  con un manejo espectacular de los colores, le da al personaje de Azrael un aspecto y un carácter que le permitió hacer por un tiempo parte de la galería de personajes del caballero de la noche.

The Sword of Azrael termina siendo a mi concepto una gran pieza de colección que ha superado la prueba del tiempo y que quizás no hubiese permitido el desarrollo de las sagas siguientes Knightfall, Knightquest y KnightsEnd.

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