Comencemos por el principio, aproximadamente un año antes de la fecha de lanzamiento del titulo a finales de 1997: fue después de “Onslaught” que Marvel lanzó una serie de nuevos números #1. Tuviimos DEADPOOL, HEROES FOR HIRE, KA-ZAR, MAN-THING, MAVERICK, MARVEL TEAM-UP y más. Entre este grupo estaba THUNDERBOLTS, escrito por Kurt Busiek y dibujado por Mark Bagley.

En caunto a Los Vengadores, disfruté el primer número, con casi todos los Vengadores que alguna vez llevaron el nombre apareciendo y reuniéndose para una gran misión. En los siguientes números, 2 y 3, con los Vengadores transportados a un reino de espada y brujería y transformados en versiones de alta fantasía de sí mismos, empezo la construccion de nevos mundos. Sin embargo, Busiek y Pérez en el alegre cuarto número, presentaron a su alineacion de los Vengadores s y desde allí quedé enganchado.

Una gran parte del run de  Busiek/Pérez AVENGERS estaba, para mí, enraizada en esta pequeña y rara peculiaridad que tengo en la que soy extremadamente nostálgico;  por alguna razón me encanta esa década, y lo he hecho durante mucho tiempo.

En cuanto al material de  los setenta,  me encanta WARLOCK de Jim Starlin y los X-MEN  de Claremont/Cockrum/Byrne. el IRON FIST de  Claremont/Byrne x y el Batman de O’Neil/Adams x también. Y, aunque prefiero los cómics de Spider-Man de mediados a finales de los sesenta y/o principios de los ochenta mejor, me gusta el statu quo del lanzador de telarañas en los setenta.

En cualquier caso, este run de Los vengadores  le debe mucho al estilo de la Edad de Bronce de los cómics, y no creo que sea una coincidencia.  Bob Harras había asumido el cargo de editor en jefe en Marvel poco antes de que comenzara este volumen, y Harras era un fan declarado de la era del  bronce de los cómics. El comienzo de su mandato vio a personajes como Iron Fist, Luke Cage y Shang-Chi volver a la prominencia, y presentó el regreso de ciertos status quo clásicos como Spider-Man en la universidad y Thor con una identidad mortal. Además, durante el tiempo que Harras estuvo al frente de la compañía, notables creadores de la Edad del Bronce como John Byrne, Chris Claremont, Steve Englehart y, por supuesto, George Pérez regresaron a la compañía.

No puedo decir con ningún grado de certeza que todos estos desarrollos fueron el resultado de la influencia de Harras, pero el empujón concertado de nostalgia de la Edad de Bronce poco después de que asumiera el cargo lo haría parecer probable. Y casi en ninguna parte de la línea Marvel la estética de la Edad de Bronce fue tan penetrante como en el run de Los Vengadores  de Busiek/Pérez. Obviamente, una gran parte de esto es el arte, ya que Pérez había dibujado a los Vengadores por última vez con regularidad durante los años setenta. Pero la escritura de Busiek también, incluso cuando se basó en todas las épocas de la continuidad de Marvel, se lee como una especie de retroceso a esa década. Los subtítulos narrativos, los abundantes globos de pensamiento, las tramas secundarias al estilo de las telenovelas: todas estas cosas me recordaron a los mencionados X-MEN de Claremont/Cockrum/Byrne que tanto amo. ¡Incluso los villanos olían a la Edad del Bronce, con el Escuadrón Supremo y Moses Magnum, de todos los personajes, en el primer año de la serie!

Agrega a los adornos de la Edad de Bronce el conocimiento enciclopédico de Busiek del Universo Marvel, y teníamos un ganador en lo que a mí respecta. Siempre me han gustado los cómics “arqueológicos”, los libros que profundizan en la continuidad de décadas para informar los puntos de la historia actual. Aprecio los flashbacks de historias anteriores, y las notas al pie de pagina. Si puedo salir de un cómic habiendo disfrutado de una historia decente y también habiendo aprendido algo de historia sobre el universo, o mejor aún, visto esa historia ligada al comic  de una manera novedosa, entonces ese cómic automáticamente triunfa sobre uno que pudo haber sido una historia superior, pero sin ningún tipo de continuidad educativa. Los puntos de bonificación van a la historia si explica o aclara algo, y se aplican puntos de bonificación dobles si arregla algo que ni siquiera sabía que necesitaba arreglarse.

Bueno, las tramas de Busiek hicieron todo esto con creces. Squadron Supreme, Moses Magnum, Grim Reaper, Beast, Ultron, Juggernaut: los primeros dos años de la serie estuvieron repletos de personajes y continuidad del pasado, algunos conocidos por los Vengadores, otros nuevos en su mundo. Y cuando llegó el momento de que Pérez abandonara la serie, su despedida llegó en forma de una secuela llena de continuidad de posiblemente su trabajo más conocido de AVENGERS: la clásica batalla con el Conde Nefaria. Incluso los nuevos personajes presentados durante el run como Triatlón y Silver Claw, aunque no eran exactamente ganadores, al menos parecían encajar con la estética de la Edad de Bronce del libro.

Además, también obtuvimos guiños a Marvel más reciente, con apariciones semirregulares de New Warriors y Thunderbolts, cruces con CAPITÁN AMÉRICA, IRON MAN y THOR, y menciones de las tramas secundarias en curso en los  X-Men cada vez que Beast y / o Quicksilver ocasionalmente aparecian como estrellas invitadas.

Debido a esta confluencia de continuidad externa y debido al enfoque de escritura de “panorama general” de Busiek junto con las imágenes ultra detalladas de “Widescreen” de Pérez, AVENGERS también se sintió relevante durante este período. Esto fue años antes de que la película de Marvel Studios de 2012 convirtiera a Avengers en la mayor propiedad de Marvel. En ese momento, creo que los X-Men todavía gobernaban el medio como la línea número uno de la compañía, con Spider-Man en segundo lugar. Sin embargo, leer a Busiek/Pérez se sintió como si estuvieras leyendo el centro, el corazón y el alma, del Universo Marvel; como todo lo que sucedió allí fue más grande e impactante que lo que estaba ocurriendo en cualquier otro lugar. La saga de Morgan Le Fay, “Live Kree or Die!”, “Ultron Unlimited”, los diversos cruces de THUNDERBOLTS, “The Eighth Day”: todas estas fueron historias y eventos limitados principalmente a la serie AVENGERS o su familia de títulos, pero se sintieron como eventos épicos en una escala mucho mayor que cualquiera de los principales cruces en, digamos, la línea X-Men.

Me atrevo a decir que  la era de los Vengadores desde 1997 hasta aproximadamente 1999,  se puede considerar como una “edad de oro” en Marvel para mí personalmente y cuando se unio a la serie Alan Davis en 1999, siuio siendo un titulo alta calidad.

Los AVENGERS de Busiek/Pérez  es una colección de números que atesoro entre mis runs de cómics favoritas, y es uno al que he regresado varias veces desde que se publicó, y continuaré volviendo en el futuro. No es solo un gran run, un recuerdo y el corazón del Universo Marvel de su era: Los Vengadores de Busiek/Pérez son, para mí, la version definitiva (y muy cerca el run de Roger Stern) y uno de las mejores runs de equipo de todos los tiempos.

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