La caída del impero impreso y el ascenso de lo digital

El exponencial aumento de las redes sociales y las múltiples herramientas que tenemos a nuestro alcance para llegar a encontrar algo de interés han hecho que el consumo físico haya disminuido drásticamente en los últimos años.

Podemos verlo directamente en los productos que antes eran el “hit” y que ahora muy posiblemente rueguen por el aprecio de la gente y el consumismo de ellos. Un claro ejemplo es el formado de CD de las películas. Cuando antes el top de ventas era el DVD, llegó al mercado el Blu Ray, que básicamente es lo mismo, pero con mejor resolución. Ahora, estos 2 formatos se tambalean en el mercado ya que la llegada era digital han mermado sus ventas. La gente hoy en día prefiere mantener en formato digital su biblioteca de películas, antes de usarlo como antes.

Y ejemplos como este hay muchos, pero hay uno en especial que merma en la desesperación de seguir teniendo las ventas que le gustaría tener. Hablamos directamente del cómic impreso.

Desde hace años que esta actividad se realiza. Incluso antes de que nuestros abuelos nacieran y seguirá, si es que los tiempos y la atención así lo demanden.

El primer antecedente del cómic nos tendríamos que remontar a los tiempos de los faraones y de los antiguos egipcios. Estos, mediante representaciones graficas pintadas en hojas de papiro, mostraban historias de sus mitos, además de mostrarlos también en pinturas rupestres y murales, puestos en forma de tira.

Aunque se podría decir que la historia del cómic se remonta desde la época de la imprenta, en aquel lejano 1446, así como en el apogeo de la litografía, a finales del siglo XVIII. Durante los finales del siglo XIX, los periódicos decidieron recurrir a diferentes incentivos, todo esto para poder atraer la mayor cantidad de lectores posibles, ya que una venta maximizada de un periódico los colocaba directamente a controlar el mercado impreso. En Francia, por el año de 1820, empezaba a circular unas pequeñas historietas, narradas en pequeños cuentos y aventuras mediante ilustraciones.

No fue hasta 1893 que las compañías de periódicos decidieron apelar a colocar una página de color en sus publicaciones. Con ello, llegaban historietas como Hogan’s Alley, protagonizada por The Yellow Kid o Happy Hooligan, que sentaron las bases del cómic actual, mostrando secuencias de imágenes ilustradas.

Poco tiempo después, estas ilustraciones evolucionaron; abandonaron su estilo de viñetas y brincaron a una expresión independiente. En cuestión de tiempo, el cómic apareció en las imprentas y llegó para quedarse. Con el uso de onomatopeyas y la práctica de grandes símbolos, el cómic fue desarrollando su propio estilo, haciendo que este mismo tuviera un alcance comunicativo impresionante.

Pero su mayor apogeo se le da directamente en la autentica “edad de oro del cómic”, que tuvo lugar a mediados del siglo XX. Todo esto gracias al surgimiento de la era super heroica y tiras diarias en las prensas, hizo que tuvieran una expansión muy agresiva, tocando prácticamente todo el globo terráqueo y diversificando completamente el género.

Prontamente, el cómic como representación gráfica, hizo eco en el mundo y muchos artistas voltearon a ver a este medio de publicación como su refugio para poder transmitir muchas de las ideas que tenían en mente. Autores como Walt Disney, Will Eisner o Jack Kirby, catapultaron el medio del cómic a lugares recónditos, aprovechando la masificación de la imprenta en ese entonces y plasmando ideas que se mantienen actualmente.

Pero, como el imperio Otomano, el cómic como medio impreso empezó a caer de a poco. Las editoriales empezaron a meter comics digitales en sus comics impresos a partir del año 2010, lo que hacía que el cómic en cuestión pudieras tenerlo doble vez. Esto llevo a que las mismas editoriales tomaran la decisión de separar estos 2 nichos, ya que el mercado imprento con el digital no le competía para nada… En ese entonces.

La Era Digital: los e-comics. – Enchufados a la Red

Donde se empezó a tener una directriz mucho mas enfocada y marcadas fue a partir del 2014, donde el mercado digital iba avanzando a pasos agigantados por la era moderna de las redes sociales y las herramientas virtuales que tenemos al alcance de 1 clic. Marvel y DC presentaban sus bibliotecas virtuales en donde se podía tener acceso a millones de títulos al alcance de unos cuantos segundos. Podías leer comics desde principios de los años 50 hasta la era actual.

Pero en donde vino a poner una marcada diferencia, fue en la pandemia que vivimos actualmente. Con el paro de las publicaciones impresas, los títulos digitales aumentaron un 60%, lo que conlleva a unas ganancias significativas para este tipo de medio.

Desde el 2018,se viene marcando un aumento en ventas de los comics en digital a la fecha actual. Se facturó cerca de $100 millones de dólares ese año, mientras que los cómics en físico marcaron una ganancia de $510 millones. Con una dirección completamente a la era digital, las editoriales apuestan a este mercado y que el futuro de las publicaciones se vea reflejado aquí. Y es que, desde hace años también, las editoriales han decidido sacar series exclusivamente en digital, para poder enganchar a los lectores tradicionales a explorar este nicho y lo vean como una alternativa a sus historietas impresas.

Y, seamos honestos, el cómic digital jamás será igual que a uno físico, ni el valor será el mismo. Mientras que la historieta de Action Comics #1, donde se presenta por primera vez al hombre de acero, alcanzó en una subasta hace unos años el precio de $3.2 MILLONES DE DÓLARES, jamás un comic digital se igualará a esto. Estamos hablando de un cómic que salió hace más de 80 años y que su conservación fue casi intacta con el pasar de las décadas. Se podría decir que existe hasta un fetiche entre los lectores al oler el papel impreso, algo que en una Tablet o en un teléfono celular jamás se podrá hacer.

Más del 81% de los lectores de revistas impresas prefieren comprar este formato, ya que el almacenarlos, el poderlos tocar, leer y coleccionar añade un valor extra al coleccionismo. Mientras que un 60% de estos mismos leen en digital, ya sea en computadora, celular o Tablet.

Muchos de los que leen en digital se apegan a este formato por el hecho del espacio. Y no me refiero al almacenamiento de sus dispositivos, si no del lugar en donde dejar los tomos. Hay series que tienen más de 100 números (sin contar los Detective Comics o los Action Comics que hace poco alcanzaron su publicación #1027), además que en lo digital tienes la opción de poder aumentar las imágenes y tener una mejor apreciación de los paneles.

Sin duda, el impreso siempre será una mejor opción para leer, sobre todo por el tacto en el papel y el olor de la tinta, pero quienes somos nosotros para detener el avance del tiempo. Y solo por aclarar algo, el cómic como medio ilustrativo está contemplado como una de las artes visuales en el mundo, lo que conlleva a un peso histórico para poder plasmar en una hoja, secuencias e imágenes que dan vida a historias… historias que estarán con nosotros por un largo periodo, ya sea en un papel, o en una pantalla.

Y, a ti, ¿te gusta leer digital? O ¿prefieres la versión clásica: impreso? ¡Los leo!

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