El famoso circo Haley ha llegado a Gotham City. El público espera un show espectacular como han escuchado en las recomendaciones de quienes ya lo han visto y la emoción es contagiosa.

Las luces se apagan, la gente aplaude, el show comienza.

Todo fluye con normalidad. Los actos están saliendo muy bien. Las personas están boquiabiertas al ver las peligrosas hazañas de los circenses. Un espectáculo que si bien es impresionante, no es algo fuera de lo común para los que trabajan ahí.

El show continúa y es el turno del acto más esperado de la noche: el número de los Flying Grayson, una familia de trapecistas que hacen trucos asombrosos. Su performance resulta increíble, el aliento del público se contiene cada que uno de los Grayson queda suspendido en el aire por efímeros segundos. Peligrosa acrobacia tras peligrosa acrobacia, los Grayson están por concluir su acto, pero lo que debía terminar con alaridos y aplausos culminó con gritos de horror y llantos.

Esa fue la última vez que los Flying Grayson vieron la luz de los reflectores. El show había terminado con la muerte de las estrellas de su cartel. Nadie sabía exactamente qué pensar, nadie sabe qué fue lo ocurrió. Nadie, excepto el hijo más joven de los Grayson: Dick.

Dick vio la verdad. Él sabía que la mafia intentaba extorsionar al circo Haley, sabía que algo andaba mal apenas veía la actuación de sus finados padres, sabía que no fue un accidente y que todo había sido simulado. Dick sabía que debía actuar.

El joven Grayson estaba dolido y lleno de rabia. Tenía la necesidad de tomar la justicia en sus propias manos sin importar las consecuencias.

Corría sin rumbo por las calles nocturnas de Gotham con su objetivo en la mente, cuando un imponente hombre vestido de murciélago lo interceptó y fue entonces que la verdadera historia comenzó.

Algo especial debes de tener para que el caballero oscuro se fije en ti para considerarte su aprendiz, tomando en cuenta que Batman no acepta tonterías de nadie, ni siquiera de sus pares en Justice League.

Sin tomar en cuenta la ayuda de Alfred, Dick Grayson fue la primera persona en la que Bruce Wayne confío, no solo para ser su colega contra el crimen sino para enseñarle todo lo que sabía, para en algún momento dejar en sus manos su legado. Grayson entonces se convirtió en el primer Robin de la historia.

Si bien es cierto que la manera de ver la justicia de Grayson es menos visceral que la gran mayoría de los vigilantes que han desfilado en este especial, también lo es que su manera de hacer las cosas puede resultar más efectiva y contundente, no por nada Batman lo presume a cada oportunidad, cosa que no hace ni con su propio hijo.

Grayson es infalible en la medida de lo posible, fiel a sus convicciones e ideales, buscando una verdadera justicia, sin anti heroísmo, sin acciones que rayan en la villanía, sin mentalidades mercenarias o acciones radicales.

El móvil de Grayson para ponerse el traje ha sido detallado en la introducción de este escrito. Una tragedia que marcó su vida, que lo hizo sentirse solo y hambriento de justicia, que lo orilló a cambiar su visión del mundo justo como le había pasado a Wayne años atrás. Ese es el gran factor del porqué Batman lo eligió, del porqué hasta ese momento no había considerado necesaria la ayuda de un compañero. Era como verse en un espejo y podía entender y sentir su dolor. Es por eso que la dupla funciona como ninguna otra que haya existido después. Sí, Tim Drake, Jason Todd, Stephanie Brown o cualquier otro personaje que se haya puesto el antifaz del chico maravilla podría resultar incluso más “genial” que Dick, pero la química entre él y Wayne es incomparable. Ambos sienten el mismo dolor y se desahogan juntos patrullando las calles noche tras noche.

Además de las extraordinarias habilidades físicas y mentales de Grayson, también podemos considerar sus maravillosos dotes de líder, mismos que lo llevaron a capitanear la primera versión de los Teen Titans. Aquí se demuestra una evolución significativa del personaje en general, y contra todas las posibilidades, contra lo que todo el mundo creía que culminaría con él sustituyendo a Wayne en el rol de Batman, creció hasta hacerse de su propio nombre: Nightwing.

Inspirado en una historia que Superman le contó sobre un vigilante kriptoniano llamado Nightwing, Grayson se deslindó de todo lo que Batman y Robin significaba para buscar su propio camino. El antes apodado Chico Maravilla estaba por demostrarle al mundo que podría ser algo más que el ayudante de Batman sin intención de hacerlo.

Como era de esperarse, bajo el mote de Nightwing, Dick es superior en todos los aspectos a cuando era Robin: más certero, metódico, sigiloso, analítico, hábil, menos impulsivo y con un mayor control de sus pensamientos adolescentes. Con tales atributos, él puede ser considerado el único digno de ponerse la capa del murciélago y hacer un trabajo al nivel de Wayne.

Quizá no se le haya dado el tratamiento que otros personajes han tenido y que hasta sea un poco infravalorado por no ser tan “sombrío” como otros, pero Grayson se ha ganado un lugar intocable en el mundo del comic por ser un vigilante noble, seguro de él mismo, enfocado y eficaz, que supo salir de la sombra de Batman y proyectar su escudo en el cielo nocturno para intimidar a aquellos que se atrevan a desafiar a la justicia.

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