Cities: Skylines presenta un enfoque moderno para el clásico simulador urbano. Introduce nuevos elementos a la mecánica de juego para plasmar la emoción y las complicaciones de mantener una ciudad de verdad, ampliando al mismo tiempo algunos de los temas ya conocidos de la experiencia del desarrollo urbanístico.

De los creadores de la franquicia Cities in Motion, el juego presenta un completo sistema de transporte. Además permite aplicar mods para adaptarlo a tu propio estilo de juego, como contrapartida a la desafiante simulación por niveles. ¡El único límite es tu imaginación, así que toma el control y a por todas!

Una desafiante simulación con múltiples niveles
Es fácil empezar a construir tu ciudad desde abajo, pero dominar esto no es tarea fácil. Encarna al alcalde de tu ciudad y enfréntate a unos requisitos vitales para el equilibrio, como la educación, el agua, la electricidad, la policía, el parque de bomberos, el sistema de salud y muchas más cosas, todo dentro del sistema económico real de tu ciudad. Los ciudadanos de tu ciudad reaccionan rápida y seriamente, con gran autenticidad, a una gran variedad de escenarios de juego.

Cities: Skylines nos pone en el rol del alcalde y concejal de urbanismo de una ciudad que nosotros mismos generamos desde sus cimientos. La meta básica es esa misma, la de crear nuestra propia ciudad desde la base, seleccionando en primer lugar el tipo de terreno sobre el que queremos levantarla en varios tipos de ecosistemas a elegir entre ríos, llanuras, islas, bosques, playas y varios tipo de terrenos más. Cada tipo de ecosistema tiene sus ventajas e inconvenientes, en una especie de balanza en la que se pone en un lado el porcentaje de área edificable y en el otro el volumen de recursos naturales.

¿Somos empresarios sin corazón que construimos, construimos y reconstruimos sin dejar espacio para las zonas verdes? La belleza de los barrios se reducirá y con ella, la satisfacción general de nuestros ciudadanos. ¿Hemos dejado de lado las políticas ecologistas en pos de incrementar la producción de nuestras factorías con materiales contaminantes? Más de lo mismo. Sin olvidar que las aguas fecales pueden fluir hacia las zonas de las que se extrae el agua potable y… bueno, ya os podéis imaginar el regusto amargo que dejaréis en la boca de vuestros contribuyentes.

La sensación de progresión, de saber que las cosas marchan bien cuando ves que un barrio humilde empieza a crecer gracias a la eficiencia de tu trabajo es increíblemente satisfactoria; como también destaca la gran libertad de acción que se nos ofrece a la hora de personalizar al máximo el diseño y funcionamiento de nuestra urbe. Aparte de las opciones habituales también podemos crear distritos para establecer sus propias normas de funcionamiento. Sin olvidar la industria, que también tendrá sus particularidades. Porque no penséis que aquí basta con marcar un territorio como “zona industrial” y punto. La hay agrícola, petrolera, minera e incluso forestal, cada una de ellas con sus peculiaridades y diversas formas de influir sobre el territorio. Lo que al final también tendrá repercusiones en el grado de felicidad de nuestros ciudadanos.

Cities: Skylines es un juego que premia ir de menos a más. Es mejor partir de base de la gestión de unos pocos distritos y hacer que los habitantes estén a gusto en ellos y tengan sus necesidades básicas cubiertas. En caso contrario, no tardarán en aparecer mensajes quejicas en la franja superior de la pantalla, simulando una red social de “Critique a su alcalde”. De esta manera, resulta mucho más efectivo el cobro de impuestos, que hace incrementar el presupuesto y que a su vez promueve la inversión en nuevos bienes y servicios municipales. Y es que Cities: Skylines no solamente permite colocar las casitas en el mapa. Detrás lleva un elemento de gestión que debemos llevar controlado a rajatabla.

En cuanto al apartado gráfico, Cities: Skylines nunca ha sido un juego excesivamente realista, no pasando del calificativo de “resultón”. En  pocas ocasiones estaremos hablando de un juego en el que el aspecto gráfico tenga tan poca trascendencia para disfrutar de la experiencia que han planeado sus creadores. Sin duda, sus gráficos son bastante agradables y con un colorido diseño de edificios.

Algunos preferirán el estilo visual de SimCity, que obviamente tiene un encanto especial; pero es innegable que Cities: Skyline entra por los ojos. Especialmente cuando las casuchas con las que empezamos la partida empiezan a convertirse en grandes rascacielos, y ocupamos con nuestra ciudad las inmensas parcelas a las que se puede acceder progresivamente.

Para concluir: Cities: Skyliness un juego que requiere de una gran paciencia e ir poco a poco, por lo que puede no ser indicado para los jugadores más impacientes, pero sin duda amplifica la sensación de recompensa y satisfacción para aquellos que quieran descubrir capa por capa toda la profundidad que ofrece.

Es divertido como pocos, también muy adictivo, y para colmo cuenta ya con una fuerte comunidad de usuarios que de forma continuada está expandiendo sus contenidos con auténticas maravillas.

Sin lugar a duda, te recomendamos este juego, ya que seguramente te encuentres con muchas horas de diversión por delante.

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