“¡Carajo! Me toco ser Aquaman de nuevo.” Esta frase puede sonar familiar ya que durante años Aquaman fue la burla de todos (basta recordar las cápsulas de Carton Network). Y hoy, después de ver su película, puedo decir que DC le ha otorgado la merecida dignidad al rey de la Atlántida.

Aquaman es una película sin mayor pretensión que entretener. Atrás quedan los tiempo lúgubres, de aparente profundidad que llegaron de la mano de Zack Snyder. Uno se la pasa bastante bien al verla y se olvida de que dura un poco mas de 2 horas.

Hay una dura verdad y es que por muchos años Aquaman siempre fue un personaje muuuuy plano. Fue hasta que Peter David tomó al personaje que este error fue corregido.  Jason Momoa como Arthur hace algo importante  por el personaje: darle personalidad en el universo cinematográfico. ¿A que me refiero? Podrá gustar o no este carácter de “Musculoso torpe pero que no te puede caer mal” que le da, pero al menos no se siente como uno mas del montón.

Amber Heard como Mera sigue  la línea trazada por Gal Gadot en Wonder Woman al desempeñarse como una mujer fuerte que ayuda y complementa al protagonista y que en ningún momento cae en el cliché de la damisela en peligro.

Visualmente la película es muy bella, colorida y no pierde la oportunidad de reflejar y adentrar al espectador en la inmensidad del océano. Es recomendable verla en 3D ya que lo desquita muy bien, con tomas muy vívidas.

Los villanos (Ocean Master y Black Manta) están bien desarrollados, ambos tienen motivos para odiar a Arthur y tienen un background solido.

Pero no existe una película perfecta. Aquaman tiene defectos. Verán, el camino del héroe (modelo básico de casi todas las historias y relatos) tiene una etapa llamada “El Abismo” el cual es cuando el héroe toca fondo para después resurgir, aquí nunca se sintió esta etapa. Como espectador jamás tuve esa sensación de “aquí ya se pudrió todo”. También, no existe ese hecho trágico que es el empujón final para que el protagonista se convierta en aquel que salva el día, mundo, lo que sea. Se siente que todo se le va dando muy fácil.

El otro pero que le pondré es, tal vez por ser películas con temática de la realeza, es que en ocasiones sentía que estaba viendo “Black Panther”. Ambas comparten elementos, algunos de ellos bastante obvios.

Y como punto malo extra, agregaré un fusil descarado a “El Quinto Elemento”.

En conclusión: Aquaman es una película que merece ser vista, tiene detalles pero podría marcar el rumbo que DC necesita tomar para resurgir.

Dato del autor: Vayan con la vejiga vacía. Tanta agua no ayuda si quieres ir al baño.

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