“¡El mundo en guerra! ¡COMO CONTINÚA LA BATALLA POR LA CIUDAD DE NUEVA YORK, UN HÉROE CAE! Todos los héroes del Universo Marvel se han reunido, sin embargo, esto podría no ser suficiente para detener la guerra interminable de Malekith. Y el único héroe que podría cambiar el rumbo está varado donde nadie puede alcanzarlo. Con Thor atrapado en la tierra de los Gigantes de Escarcha y las fuerzas de la Tierra abrumadas, Black Panther, Jane Foster y el Doctor Strange realizan un movimiento desesperado. El Valhalla espera.”
War of realms es EL evento de Marvel para este año y marca la despedida de Jason Aaron en los guiones de Thor, donde tuvo una gran etapa, de las mejores para el dios del Trueno y que quiere retirarse con un gran evento como éste, donde Malekith, el elfo oscuro y su liga de aliados han arrasado con 9 de los 10 reinos y solo les queda el pendiente de Midgard (la Tierra) para concluir su conquista y han llegado para acabar con esa tarea, es un arco donde por fin podemos ver cómo se manifiesta la teología nordica de Marvel con el mundo “real” de manera palpable. Decir que es una mezcla de la tierra media tolkiana y el universo superheroico de Marvel, es, tal vez, un lugar común, pero es como mejor podemos describir lo que aquí sucede, con elfos, gigante de hielo, monstruos de fuego, trolls, orcos, dioses y otros seres mitológicos peleando con y contra los superhéroes de la “casa de las ideas”.
En el primer número vimos que Malekith quiere quitar del tablero a los jugadores importantes, comenzando con el padre de todo, el Dios Odin, quien es atacado por elfos oscuros asesinos y es apuñalado, matándolo, aparentemente.
Al mismo tiempo, Malekith utiliza la forma de Loki para engañar a Thor y llevarlo a Jotunheim, el hogar de los gigantes de hielo, donde deberá enfrentarlos, además de pensar cómo salir ahora que no está disponible el Biefrost y no tiene forma de viajar entre dimensiones o mundos.
El número termina con Loki muriendo a manos de su padre, Laufey, esto mientras Loki intenta convencer a Freyja, su madre adoptiva, de confiar en él para poder derrotar a los gigantes, sabemos que las muertes en Marvel, y más aún las de Loki, son engañosas y nunca permanentes, por lo que habrá que ver cómo trabajan esto en lo sucesivo.
Este número dos comienza vertiginoso, directo a la acción, con civiles dirigiéndose al Sanctum Sanctorum del Dr. Strange para huir de los ataques despiadados del ejercito de Malekith. A héroes como Punisher, Wolverine, Spider.Man, Iron Man, Captain America y muchos otros héroes lidiando como pueden con los invasores, a Black Panther desconectado de Wakanda por una interferencia en las redes a nivel mundial, algo ocasionado por la gente de Roxxon, los héroes son apoyados por los dioses de Asgard exiliados a este plano. Hay un momento de esperanza cuando vemos llegar a Odin, con su mítica lanza Gungnir, acompañado de las valquirias listas para defender este mundo de la liga oscura, en una escena realmente emotiva y que llena de esperanza a nuestros héroes.
Ese momento, lamentablemente, no dura y se ve la desesperación por verse superados por el ejército invasor, a tal grado, que las brujas del consejo de guerra de Malekith son capaces de impedir que el Hechicero Supremo pueda realizar un conjuro para evacuar a los civiles de Nueva York y alejarlos de la contienda.
Frejya indica que para ganar la guerra deben rescatar a Thor, por lo que irá a buscarle con quien quiera acompañarle y parece que Daredevil tomará el lugar de Heimdall para hacerlo posible, deja a Jane Foster al frente de los dioses de Asgard y el número concluye con la pelea de Brunnhilde y las valkirias con Malekith y su ejército.
El arco se ve muy bueno, es dinámico y con muchos momentos emotivos entre tantas pérdidas, se siente la desesperación e impotencia de los héroes y los dibujos de Russell Dauterman (Supurbia, NIgthwing, Cyclops) o con Matthew Wilson (Phonogram, Wonder Woman, Paper Girls) en los colores, nos ofrecen un tomo de trazos excelentes, escenas de acción asombrosas y acciones memorables.
Lo malo es el protagonismo excesivo que Aaron le da a ciertos personajes, es decir, ¿Por qué poner a Captain Marvel al frente de la resistencia cuando tienes al mejor estratega en el Captain America, que históricamente ha sido el líder de los Avengers? ¿Por qué dejar al frente de Asgard a Jane si aún queda Balder, quien ha regido antes a Asgard al ser hijo natural de Odin o incluso otras diosas como Sif?
Aaron le da un gran protagonismo en este número a Brunnhilde y le otorga el lugar que merece como una de las grandes guerreras de Marvel, una guerrera histórica y que, por muchos lapsos, ha sido olvida por los escritores que han tomado el mando de Thor, desgraciadamente, pero que aquí la vemos peleando con gran fiereza y coraje.
Si bien Jason Aaron tuvo un gran tropiezo cuando nos trajo la macrosaga de Original Sin, que considero, quedó mucho a deber, sin embargo ahora aprendió y nos entrega un mejor trabajo, aunque me molesta, un poco, el papel extremadamente payaso que le otorga a Spider-Man, una cosa grotesca, además de los detalles mencionados previamente, pero en general un gran trabajo le que llevamos hasta ahora.
Calificación 8.5 /10
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