¿Cómo un timido y cachetón niño  de Inglaterra se convirtió en uno de los artistas mas famosos y extravagantes de todos los tiempos? Pues eso lo averiguaremos al ver Rocketman.

La cinta nos narra pasajes de la vida de Reginald Dwight o, como lo conoce el mundo, Elton John, sin embargo, solo abarca hasta 1983, cuando lanza la canción “I’m Still Standing”.

La historia se centra en la constante busqueda de Elton (interpretado por Taron Egerton, de la triología Kingsman) por el amor y la aprobación de los demás, desde sus padres hasta sus parejas, lo cual lo hace tomar decisiones en su propio perjuicio y sentir (y confirmar) cómo lo que haga jamás será suficiente para ellos , así como la amistad incondicional que tiene con Bernie Taupin (Jaime Bell, tal vez lo conoces como Billy Elliot),  su letrista de cabecera.

El director, Dexter Fletcher, ya tiene experiencia en estos rubros ya que el dirigió también Bohemian Rhapsody (sin crédito, esa no se la sabían ¿verdad?) y es notorio que aprendió de lo bueno y lo malo que experimentó al terminar el rodaje de esta.

Rocketman no puede ser tratada como un documental sobre la vida de su protagonista, prácticamente no hay fechas o una cronología estricta, lo cual trae uno de los pocos puntos negativos del filme, el público no tiene certeza de cuando pasó qué evento y si el orden es correcto.

Mas que una biopic, es un híbrido entre este género y el musical. La buena noticia es que el uso de los cortes musicales para ir narrando los momentos de su vida se sienten orgánicos, realmente nada forzados y eso se agradece, vamos, que no sientes que todo se para para dar paso al clip musical, sino que te sigue contando todo de una manera por demás entretenida ya que permite darle a la narrativa unos toques de realismo mágico que no le sientan mal, además de que todos los involucrados en la escena cantan, no volviendo esto exclusivo del protagonista. Está por demás decir que el soundtrack es magnífico.

El mayor pecado cometido por Bohemian Rhapsody (ustedes disculparán, es el comparativo mas inmediato) es ese tono moralino que tenía la película, donde Brian May y Roger Taylor hicieron todo lo posible por mantener casi inmaculada la figura de Mercury abordando el tema de sus vicios y frenética vida sexual muy por encimita. Rocketman iguala y dobla la apuesta de Bohemian y se atreve a abordar de forma muchísimo más explícita la manera en la que John cae en esa espiral decadente además de abordar de forma más que notoria su sexualidad (ya sabrán a lo que me refiero cuando la vean) sin rayar en lo grotesco.

Pero no todo es perfecto, hay un vicio en el que caen todas las biopics y esta no es la excepción: siempre hay un villano. Aquí el rol cae en la figura de John Reid, manager y amante de la estrella, quien también tuvo un rol antagonista mucho menor en Bohemian Rhapsody, pero aquí el es quien lleva el peso de ese rol, junto a los padres de el protagonista (en menor medida).

 

Taron Egerton hace un muy buen trabajo interpretando las canciones y a diferencia de Remi Malek, quien luce como una caricatura de Fredie Mercury, luce muy parecido a el original en muchos de los looks, aunque no en todos. Si Malek estuvo nominado (y ganó) al Oscar, no veo por que no pudieran nominar a Egerton.

En conclusión, Rocketman es MUCHO MEJOR que Bohemian Rhapsody, haciendo lo que esta no pudo, quizo o se atrevió hacer, logrando que el público empatice con Elton Hercules John mas de lo que pudo hacerlo con Freddie Mercury. Es un filme que no pueden pasar por alto.

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