¿Qué es lo que verdaderamente hace a un monstruo? ¿Su aspecto desagradable y grotesco, o sus acciones carentes de humanidad, empatía y razón? Probablemente no concibamos uno sin el otro, pero en el caso de Ted Bundy, la imagen no corresponde a lo que un ser monstruoso se refiere.
En Ted Bundy: Durmiendo con el Enemigo, se explora precisamente la cara que el asesino serial dio al mundo y por la cual logró que muchos a su alrededor ignoraran la verdadera naturaleza de su interior.
El papel protagónico (¿antagónico?) recae en los hombros de Zac Efron (Baywatch, The Greatest Showman) quien con deslumbrante facilidad devora la pantalla, a los espectadores y a su co-protagonista, Lily Collins (Tolkien, Okja) quien a pesar de dar una buena actuación falla en brillar, demostrando que una bonita cara no lo es todo (lo cual se podría pensar de Efron).
Ted Bundy: Durmiendo con el Enemigo nos muestra una faceta nunca antes vista de uno de los más famosos asesinos seriales de la historia contemporánea: la de hombre de familia, comprometido con una mujer sencilla, estudiante de leyes, un ciudadano ejemplar. Todo basado en las vivencias de Liz Kendall (interpretada por Collins) quien fue su novia y prometida durante años sin sospechar de las atrocidades que Bundy cometió a diestra y siniestra en varias ciudades de Estados Unidos.
Una de las características principales que llamó la atención alrededor del caso Bundy fue la apariencia prolija y apuesta así como innegable carisma del criminal, algo que Zac Efron posee y que, por supuesto, aprovecha a su favor, al grado de usar al personaje de Bundy como una segunda piel, adoptando por completo su personalidad y transmitiéndola con la misma labia que hizo que cientos de mujeres alrededor de Estados Unidos dudaran de sus crímenes.
Sin embargo, el brillo de Efron no es suficiente para iluminar la pantalla: el resto de sus co protagonistas se sienten flojos, poco comprometidos, interpretando un papel más -incluyendo a John Malkovich (Velvet Buzzsaw, Birdbox)- en un filme con un guión igualmente débil que si bien intriga al no mostrar la destrucción de Bundy a su paso, deja mucho que desear en su narrativa. Es un retrato impersonal, vacío y olvidable de uno de los episodios criminales más oscuros de Estados Unidos.
Este filme fue presentado en el Festival de Cine de Sundance el 26 de enero de 2019, recibiendo reseñas mixtas con el común denominador de alabar la excelente actuación de Zac Efron. Está disponible desde el 5 de julio para Latinoamérica en Netflix.
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