Un edicto real ha sido proclamado: los ciudadanos del reino de Barrancoverde son instados a colonizar las tierras que se extienden más allá de sus fronteras. Para esto, el Rey Eterno ha seleccionado a 6 ciudadanos, cada uno con un conjunto de habilidades únicas para construir en su territorio.

Charterstone
Diseñadores: Jamey Stegmaier
Año: 2017
Jugadores: 1-6
Tiempo de juego: 45-75 minutos por partida
Edades: De 14 en adelante

Quizás lo primero que tengas que saber sobre Charterstone es que se trata de un juego legacy competitivo. La parte competitiva no es necesario explicarla, pero la segunda parte no es tan clara si no conoces tanto de los juegos de mesa.

¿Qué es un juego legacy?

Un juego legacy es uno en el que éste va cambiando a partir de las decisiones que vas tomando. Así, por ejemplo, puede darse el caso de que rompas cartas, pegues stickers y, en general, el juego vaya quedando personalizado de acuerdo a quién lo jugó. En el caso de Charterstone, entre otras cosas, las reglas del juego irán definiéndose a partir de dichas decisiones.

Temática

Durante el juego construirás edificios y te establecerás en una comunidad compartida entre los jugadores. Por supuesto, el objetivo es cumplir con el mandato del Rey Eterno, si bien como temática esta idea puede irse perdiendo por lo concentrado que estarás en ir obteniendo mejores resultados que tus compañeros.

Por supuesto, al tratarse de un juego euro, es casi esperable que la temática no sea uno de los focos principales. No es realmente que esto se eche de menos, en cualquier caso, pues Charterstone llega a divertirte igualmente.

Estética

Ciertamente este juego tiene una estética que llama la atención desde el principio hasta el final. El tablero casi vacío no se siente como tal, algo que habla muy bien sobre las ilustraciones, y una vez que se va llenando la expansión de los poblados tiene cierta armonía.

Además de esto, los componentes son de una calidad impresionante, todo muy bien pensado para hacer que la experiencia de juego sea inolvidable.

Rejugabilidad

El modo legacy de Charterstone requiere cierto compromiso para avanzar durante las 12 partidas que lo componen, si bien ofrece la opción de agregar y quitar jugadores. Sin embargo, el hecho de que después de que termines con la campaña te puedas quedar con un juego a la medida de tu grupo es invaluable.

Además, el tablero de juego es de doble cara, y puedes iniciar una nueva campaña sobre el lado que no hayas ocupado, dando lugar a toda una nueva serie de posibilidades.

Como sea, el juego fuera de la campaña está muy bien construido de manera que es entretenido y dinámico, satisfaciendo las exigencias de más de un jugador experimentado.

Tiempo de juego

Con una duración de partida que promedia una hora, Charterstone no se encuentra dentro de la clasificación de juegos casuales. Sin embargo, tampoco es tan pesado como para requerir sesiones demasiado largas, como podría ser en otros casos.

Además de esto, la familiaridad que se llega a tener con el juego también ayuda a que el tiempo pase bastante rápido.

Facilidad de juego

Los stickers de edificios se retiran de las cartas, se pegan de manera permanente al tablero y se convierten en casillas de acción que cualquier jugador podrá utilizar. Así, los pocos edificios iniciales terminarán convirtiéndose en una activa aldea con diferentes acciones a disposición.

En este sentido, las reglas se van “complicando” a medida que la campaña vaya avanzando, si bien no de una manera que sea demasiado abrumadora, sino que progresiva, ampliando las posibilidades de los jugadores.

Conclusión

Charterstone  es un juego que, si bien usa e incursiona muy bien en el ámbito de la clasificación legacy, es principalmente uno de colocación de trabajadores y gestión de recursos. En este sentido, la principal diferencia que hay entre su inicio y aquello a lo que termina llegándose después de la campaña, es la cantidad de opciones que se tienen.

Por supuesto, una vez que ya tengas toda tu campaña terminada y lo juegues en su versión “personalizada” final, será mucho más sencillo hacerlo con el grupo con quienes lo completaste. No es que sea imposible explicarlo a nuevos jugadores, sino simplemente que tomará más tiempo para iniciar que con aquellos que estuvieron ahí cuando las reglas fueron apareciendo.

Finalmente, Charterstone es un hermoso y entretenido juego que vale la pena tener y jugar, pero que necesitarás desarrollar con un grupo o base de jugadores con cierto compromiso, de preferencia.

¿Ya lo has jugado? ¿Tienes algo que agregar a partir de tu experiencia? ¡Cuéntanos en los comentarios!

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