(C506) Reseña | Red Wings: Aces of the Sky para Nintendo Switch

“…sin importar cuánto aprendas, olvidas todo cuando el peligro te alcanza, lo único que queda es el instinto con el que naciste”.

Confieso que cuando se trata de shooters de combate aéreo, prefiero la diversión y simplicidad que pueden ofrecer las batallas en Battlefield 1 o Star Wars Battlefront, que lo difícil y engorroso que puede llegar a ser un simulador (lo siento Project Wingman, lo nuestro no pudo ser). Seguro muchos pensarán “eso solo lo dice un manco”, y podría ser, pero el estilo arcade es lo mío.

Y precisamente aquí es donde cae Red Wings: Aces of The Sky, un shooter que se sitúa en la época de la Primera Guerra Mundial (a.k.a. La Gran Guerra), en específico, los enfrentamientos con uno de los pilotos más famosos y efectivos de la historia, Manfred von Richthofen. ¿Ese nombre no les dice nada? Tal vez “El Barón Rojo” les parezca más familiar.

Red Wings: Aces of the Sky

  • Desarrollador: All in! Games
  • Distribuidor: All in! Games
  • Género: Shooter, combates aéreos
  • Plataforma: Nintendo Switch
  • Fecha de lanzamiento: Mayo 21, 2020
  • Precio: $17.99 dólares ($349.01 pesos mexicanos)

¿De qué va?

Red Wings es un juego creado por All in! Games, una desarrolladora independiente con base en Polonia, que fue presentado en 2019 y forma parte del extenso catálogo que la compañía está lanzando este año (en serio, tienen programados 8 juegos solo en 2020).

El juego se sitúa en la época en la que la Primera Guerra Mundial estaba por finalizar, y nos pone en el conflicto que libran los pilotos de la Jagdgeschwader (a ver, repítelo 5 veces seguidas), el escuadrón de la Fuerza Aérea del Imperio Alemán que forma parte de la Triple Alianza (Alemania, Italia, Imperio Austro-Húngaro), comandado por el Barón Rojo, y el grupo secreto de pilotos del Triple Entente (Francia, Gran Bretaña, Rusia), que busca acabar de una vez por todas con el hombre que tantas bajas les ha causado.

Lo curioso de este juego es que en realidad no nos cuenta una historia lineal, sino que nos va presentando pequeñas escenas en forma de cómic, creado a través de diversas citas, anécdotas y cartas de combatientes que formaron parte de las batallas aéreas de la Gran Guerra, para darnos una especie de contexto antes de comenzar cada misión.

All in! Games debería pensar seriamente en publicar esto

Y entonces…¿a qué hora empiezo a volar?

Red Wings consta de dos modos de juego principales: Historia y Sobrevivencia, y en ambas puedes jugar de modo solitario, o en modo co-op local, con pantalla dividida. El segundo, como puedes adivinar por su nombre, te lleva a enfrentar oleadas de enemigos hasta llegar al final; no hay ciencia, 13 oleadas por cada nivel, en dificultades Fácil, Medio y Difícil. En cuanto al primero, nos pone al mando de un piloto de una de las dos facciones ya mencionadas más arriba, Triple Alianza y Triple Entente, enfrentándonos a 25 misiones en cada una, para un total de 50 misiones, que más o menos te van a tomar entre 4 y 5 horas en completar si completas los dos frentes.

Para completar las misiones tienes la posibilidad de pilotar entre cuatro distintos aviones y un bombardero por cada facción, con características que los hacen más adecuados para algunas misiones que otras, algunos de los cuáles fueron protagonistas en los enfrentamientos aéreos más famosos de la Primera Guerra Mundial, dos de los cuáles estuvieron en las manos del Barón (el Fokker y el Albatros):

Triple Alianza:

Triple Entente:

Al principio comienzas solo con el Fokker o el Nieuport 17, pero los demás se van desbloqueando conforme juegues las misiones. Cada uno de estos aviones tiene, además, cinco opciones distintas de personalización (excepto el bombardero, que tiene solo tres), las cuales no influyen en su comportamiento durante el juego, pero lo hacen ver más cool, porque no hay nada mejor que partirle el trasero a otro piloto luciendo un biplano muy badass.

Tal vez te estarás preguntando si escoger uno u otro avión realmente sirve de algo, y es lo mismo que yo pensaba durante más o menos la mitad de las misiones del lado de la Triple Alianza, hasta el momento que me tocó ir destruir al Zeppelin y me di cuenta que tomar un avión más resistente (en este caso el Hansa-Brandenburg D.1, pedazo de titán) realmente me funcionaba más para aguantar la metralla que me lanzaban al acercarme. Y es aquí donde empezamos a hablar de las misiones.

Hora del gameplay volador

Como ya habíamos dicho, cada facción tiene 25 misiones por delante, las cuales son de 6 tipos:

– Batalla Campal: El objetivo es destruir todos los aviones enemigos que aparezcan, con bonificaciones que pueden ser por puntos, o por tiempo. Es, sin duda, la más divertida de las cinco.

– Protege los globos aéreos: Aquí se trata de proteger todos los globos de vigilancia pertenecientes a tu facción de los ataques enemigos. Esto, en las misiones más avanzadas, puede llegar a ser un dolor de cabeza.

– Destruye los globos enemigos: Sin lugar a dudas, estas misiones son las más sencillas (más incluso que la siguiente). Lo único que puede complicar las cosas es encontrar los globos, pero una vez que lo hagas, es pan comido.

– Regresa a la base: Esto solo se trata de tomar el camino de regreso a casa después de que tu avión resultó afectado por las balas y está perdiendo gasolina. Para esto tienes que pasar por los aros que representan el combustible del avión, similar (pero mejor) a lo que hacías con el maldito Superman 64. La única dificultad llega cuando se te pasa uno de los aros, porque tienes muy poco tiempo para regresar y corregir el camino.

 

– Destruye el Zeppelin: Esta puede ser la más complicada, ya que tienes que destruir las cuatro góndolas que van pegadas al Zeppelin, pero además aguantar las oleadas de aviones enemigos, y también destruir los globos contrarios si no quieres que sigan y sigan llegando más indiscriminadamente. ¿Mencioné que las góndolas también lanzan metralla al acercarte? Pues sí, lo hacen, y con ganas.

– Bombarderos: Aquí te pones en control del bombardero para destruir objetivos en tierra o mar, tratando de esquivar la batería antiaérea que te rodea por todas partes. Simple, sencillo, al punto.

A pesar de que los tipos de misión en realidad son pocas y pueden llegar a resultar monótonas (sobre todo el Regreso a la base), lo que las hace más divertidas es el reto que va aumentando conforme avanzas en la historia, y que aunque parecen muchas, son lo suficientemente cortas para que no te canses demasiado rápido (excepto el Regreso a la base, cómo odié esas misiones).

Una de las cosas en las que más renquea el juego, es en la variedad de enemigos, los cuales son básicamente los cuatro tipos de avión de la facción contraria, que aparecen con una señalética distinta según sus características: el biplano normal; si aparece con una línea alrededor, es el acorazado, y su barrera se regenera si dejas de atacarlo; si tiene la mitad de un rombo amarillo, es el avión más ágil, difícil de atrapar, y se la pasa dando toneles para esquivar tus disparos; por último, si tiene 3 estrellas, son los más resistentes y con mayor potencia de fuego.

Por supuesto, también están los enemigos que actúan de forma pasiva, como los Zeppelin, (que enfrentas en dos ocasiones por facción), los globos, y la batería antiaérea. Desafortunadamente, no existen jefes de misión o algún enfrentamiento final, algo que a mi parecer le hace mucha falta al juego para darle el punch necesario para hacerlo mucho más atractivo. ¿Una pelea final contra el Barón Rojo? No existe, aunque hay una misión final del lado de la Triple Alianza que supone ser la batalla final contra el gran von Richthofen, pero solo te mandan más enemigos genéricos.

Más doloroso que el final de Game of Thrones…un Barón Rojo genérico.

¿Qué tan sencillo es jugarlo?

Así como la falta de enemigos es una mancha en el juego, lo sencillo del control es una de sus mejores características, aunque no está exenta de algún pequeño detalle menor. El avión lo manejas con los sticks, el izquierdo para controlar la dirección, y el derecho para la velocidad. El gatillo izquierdo sirve para apuntar con más precisión, así como dejar una mira semifija en tu enemigo, y el derecho es el que controla los disparos. Hay que señalar que las rafas de tiro continuas llegan a sobrecalentar tu arma, así que es importante que cuides esto para que no te quedes sin disparos justo cuando estás por destruir una góndola del Zeppelin (una real y triste historia personal).

Además, el control te da acceso a cuatro movimientos especiales: Llamar Escuadrón, que sirve para que lleguen de 1 a 4 aviones para disparar a los enemigos que elijas; Regreso Rápido, que te permite hacer una vuelta rápida hacia atrás para escapar de una ráfaga; Tonel, tal vez el más útil, que te permite realizar un giro de 360° que activa un escudo que dura tres segundos, el cual te permite chocar contra tus enemigos y destruirlos, lo cual es lo más cerca que vas a estar de una pelea a melee entre aviones. Y por último tenemos Derribo Fatal, que es simplemente el tiro de gracia hacia un enemigo, el cual puedes hacer después de realizar unos cuantos derribos seguidos, y activa una animación en el que puedes ver a tu piloto disparar con una pistola hacia el piloto contrario.

¿Se vuelve repetitivo? Sí. ¿Es hermoso? También.

Para mejorar estos movimientos, el juego ofrece un árbol de habilidades que puedes ir adquiriendo al sumar puntos en cada una de tus batallas, lo que te da más armas para derrotar a tus rivales y resistir aún más los embates de las rafas de todo lo que se te ponga enfrente (te estoy viendo a ti, Zeppelin).

Así vas mejorando tus habilidades para vencer a ese tal Barón Rojo…que nunca aparece

Sumado a esto, durante las batallas el juego te ofrece la oportunidad de recargar combustible mediante unos aros flotantes que se encuentran en los escenarios, y también da la opción de perder a un enemigo entrando en las nubes, por si estás a punto de ser derribado y necesitas quitarte una molestia de encima. Desafortunadamente, el juego no te da la posibilidad de controlar la cámara a tu alrededor, que tal vez es algo que hubiera sido muy útil para ubicarte a la mitad de la batalla, aunque puedes echar una mirada rápida hacia atrás si presionas el botón L y mueves el stick derecho.

Ahora, como recomendación especial, les diré que jugué Red Wings usando cuatro diferentes controles:

Primera, el Joy-Con sencillo: una experiencia horrible y que no le recomiendo a nadie si no quiere quedar con dolor de dedos por unas cuantas horas. La falta de un segundo stick hace que utilizar los poderes especiales sea muy, muy incómodo.

Segunda, el Joy-Con Grip: experiencia decente, aunque los gatillos, por más que tengan ese gran sistema de vibración HD, no sirven para un shooter, no importa lo que me digan.

Tercera, controles de movimiento: por supuesto, el gimmick de usar los Joy-Con como control de movimiento no podía faltar. No está mal, pero cuesta un poco acostumbrarse a utilizarlos, y no es la experiencia más precisa para derribar a los amigos del Barón.

Muy padre y todo…pero mejor no.

Cuarta, Control Pro: definitivamente la mejor experiencia que un control de Nintendo puede dar al jugar Red Wings.

Bonus, Dualshock 4: Fue el mejor control que tuve en mis manos para controlar mi avión. Cómodo, responsivo, y el mejor cuando se trata de tomar screenshots del juego (el touchpad tiene un buen uso aquí). Lo conecté utilizando el adaptador inalámbrico de 8BitDo.

Por supuesto, todo esto mejora bastantante utilizando la herramientas de mapeo de botones que trae el Nintendo Switch, así que denle una probada y cambien la configuración a su gusto.

¿Luce complicado? Es complicado, y muy fastidioso

Todo para transportarte al principio del Siglo XX

El estilo gráfico del juego está realizado como si fuera un cómic, desde los escenarios hasta los aviones de combate, pasando por el menú de entrada del juego, en el cuál podemos ver a una incansable mecánica trabajando en un biplano dentro de un garaje, mientras suena una canción que recuerda a lo que sonaba en las sinfonolas y radios de la época. Hablando de la música, esta resulta cumplidora, aunque realmente no destaca más allá de ser parte de la ambientación en las batallas, pero seguro no es algo que vas a querer añadir a tu lista de Spotify.

La simpleza en estos apartados es muy evidente, algo que, en cuanto a los escenarios, se puede notar cuando estás volando sobre París, en donde puedes ver un total de cuatro catedrales de Notre Dame (irónico sabiendo que ahora con trabajos nos quedó una). Aún así, podemos llegar a tener momentos dignos de una fotografía cuando al fondo tenemos la Vía Láctea, una aurora boreal o un tornado gigante de fondo. Como bonus extra, al terminar con cualquiera de las dos facciones, se abre un modo “vintage”, el cual lo único que hace es poner todo en blanco y negro; un buen detalle, pero nada que realmente cambie tu experiencia de juego.

Disparos, muerte, explosiones…y la Vía Láctea de fondo. Es tan bello…

¿Vale la pena el viaje en biplano?

Definitivamente, Red Wings: Aces of the Sky es un título cuya ambición es muy clara,hacerte pasar un buen rato pilotando aviones en batallas que recrean de manera muy simple y divertida lo que sucedió durante la Primera Guerra Mundial. El reto que ofrece es bastante decente, y seguro vas a querer jugar las 50 misiones, y tratar de completar las tres estrellas de cada uno, lo cual puede darte unas cuantas horas más de juego.

Como ya mencionamos, hubiera sido ideal contar con batallas con jefes finales, o un modo en línea, que seguro sería muy divertido por la forma en la que se dan las batallas (un sistema de escuadrones , 6 v 6, hubiera sido increíble), pero eso solo quedará en deseo. Aún así, tenemos un título bastante recomendable para cualquier poseedor de un Nintendo Switch que quiera un shooter decente (pero no lo juego con un Joy-Con).

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