“Casi siempre, la vida del ser humano es repugnante. Los videojuegos son lo único que la hacen soportable.”

Con estas palabras empieza lo que llega a ser una aventura ficticia escrita por Ernest Cline, de esas que siempre hemos querido escuchar. Una historia que nos introduce un mundo para los amantes de los videojuegos, ciencia ficción, la música, la parafernalia de los años 80 y filosofía; un relato que nos llena de nostalgia y ansiedad por los próximos acontecimientos y que nos deja con ganas de más conforme avanzan las palabras narradas por el autor.

Es el año 2044 y después de una crisis energética, el mundo está hundido en la pobreza y la delincuencia. Pocos viven ostentosamente, mientras que los demás sobreviven con cheques alimentarios que les provee el estado. Sin embargo, hay una manera en la que el mundo escapa de esta realidad y esta es básicamente el universo virtual conocido como el OASIS.

OASIS es una plataforma virtual a la que casi todas las personas tienen acceso gratuitamente y desde este pueden: estudiar, trabajar y entretenerse ociosamente. La realidad del OASIS es gigante y los usuarios pueden crear mundos enteros dentro de él, reunirse con amigos, completar misiones, acceder a fiestas privadas y competencias entre otros.

Como en muchos videojuegos, los usuarios de OASIS tienen un avatar, con el cual practican las actividades antes mencionadas, también ganan créditos, los cuales se pueden canjear como dinero real. Esto convierte al OASIS en una de las herramientas tecnológicas más importantes de la actualidad, lo cual explica que la mayor parte de sus clientes dediquen, prácticamente sus días enteros a estar conectados.

Un día, el creador y CEO de la plataforma muere, no sin antes dejar una despedida en el OASIS para todos los usuarios, donde explica que su muerte estaba cerca y como último regalo deja 3 ”easter eggs” en forma de llaves dentro del mundo virtual, que guiarán al usuario que los encuentre a 3 puertas, en estas encontrarán pistas para ganar el premio final: Su fortuna multimillonaria y el control total del OASIS. Con este mensaje, el creador del juego publica su diario, con el cual los usuarios pueden hacerse una idea de dónde están ubicadas.

Pasan los años y ningún avatar logra encontrar ninguna de estas llaves, incluyendo empresas multinacionales que quieren el control del OASIS, grupos de jugadores con acuerdos para la búsqueda, usuarios individuales y demás formas de organización.

Llega el momento cuando el protagonista de la historia Wade Watts, con su avatar llamado Parzival, cree comprender donde se encuentra la primera llave, al encontrar el lugar, este tiene que lograr pasar los obstáculos para poder ganarla y después de que finalmente gana la misión, obtiene la primera llave para desbloquear la puerta que le dará las pistas para el próximo ”easter egg”.

Parzival enfrentara infinidad de obstáculos, obtendrá aliados y grupos en contra, con los cuales las posibilidades de ganar son limitadas. Estas piedras en el camino no solamente estarán relacionadas a su realidad virtual, pero también ligadas con el mundo real, donde tiene que enfrentar atentados contra su vida y de quienes le rodean.

Las pistas y misiones las encontraremos directamente relacionadas con videojuegos, música, películas, juegos de rol y demás formas de arte de la década de los 80, la cual fue la referida del creador del OASIS y con las cuales muchos nos encontraremos directamente identificados, llenándonos de nostalgia y mariposas en el estómago.

Entre los juegos mencionados podemos encontrar: Black Tiger, Dungeons of Daggorath, Galaga, Joust,
Pac-Man, Tempest, Zork, Adventure, Street Fighter, Swordquest, Robotron: 2084, The Last Starfighter y Dungeons and Dragons.

Entre las películas encontramos referencias a The Goonies (de mis películas favoritas), Back to the Future, Ghostbusters, Indiana Jones, WarGames, The Breakfast Club, Pretty in Pink, Blade Runner, Star Wars, Brazil, Monty Python and the Holy Grail, Mad Max, The Rocky Horror Picture Show y muchas más.

Mi parte favorita de las referencias es la música, donde podemos ver que, tanto el creador del OASIS, como nuestro protagonista disfrutan de canciones de David Bowie, Duran Duran, Billy Idol, Oingo Boingo, John Williams, Midnight Oil, New Order, Cyndi Lauper, Blondie, Wham, Peter Gabriel, Bryan Adams, RUSH y otros artistas que nos completan la experiencia al leer este libro.

Recomiendo esta lectura a todo ”geek”, amante de los 80’s y la ciencia ficción, les aseguro que los relatos, las peleas, las misiones y la novela en su totalidad es admirable y los va a hacer pasar un excelente rato.

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