Como sabemos, el día de hoy 12 de noviembre se cumple un año de la muerte de Stanley Martin Lieber, mejor conocido en la industria de los comics como Stan Lee, para muchos, la persona que creó el universo completo de Marvel y su cara más visible, para otros un simple oportunista y estafador que se aprovechó de su capacidad para las relaciones públicas para apropiarse de las creaciones de otros autores.
Pero comencemos por el principio, Stanley Martin Lieber nació en Manhattan, Nueva York el 28 de diciembre de 1922, hijo de inmigrantes judíos romanos, cuando joven, su sueño era ser escritor de novelas, al concluir la secundaria, entró a trabajar, como ayudante, a la editorial Timely Comics (hoy Marvel Comics), debutando como guionista en una historia corta del Captain America, debido a la pena que le generaba escribir para comics decidió utilizar el seudónimo Stan Lee buscando diferenciar su trabajo actual con el futuro que buscaría como escritor “serio”.
Durante sus primeros años como escritor en la editorial, Stan Lee no destacó gran cosa, escribiendo regularmente para los títulos Strange Tales, Tales to Astonish, Tales of suspense, entre otros que le ayudaban a mantenerse, hasta que su éxito llegó gracias a la creación, por encargo de su editor, de un súper grupo que pudiera rivalizar con la Justice League of America de DC Comics, título que se había convertido en un rotundo éxito de ventas, con esa idea en mente, Stan Lee y Jack Kirby crean Fantastic Four, un título que se vuelve un éxito instantáneo y ayuda a parir la denominada “edad de plata de los comics”, gracias a la enorme imaginación de Stan Lee, Jack Kirby, Steve Ditko, Bill Everet, entre otros, que le dan un giro al arquetipo de los superhéroes que hasta ese momento se había visto, ahora, los héroes son seres deformes o cuando menos falibles, pueden ser jóvenes o viejos, mujeres u hombres, con deseos, necesidades, temores, valores, motivaciones y amores, son seres con los que el lector se puede identificar, son seres complejos que no son siempre buenos ni totalmente malos, incluso los villanos presentan matices y motivaciones creíbles.
Durante esta álgida etapa creativa, Stan Lee participa en la creación de Hulk, Thor, Iron Man y the X-Men con Jack Kirby, con Bill Everett crea Daredevil y con Steve Ditko crean Doctor Strange y Spider-Man, todos los personajes de apoyo, además de los antagonistas de cada serie.
Aquí es cuando comienzan los problemas y las leyendas de la real aportación de Stan Lee a la mitología de la compañía, ya que crean el “método Marvel”, procedimiento en el que Stan Lee bosquejaba una historia o un personaje, el dibujante se encargaba de ilustrar y generar la historia, la cual se le regresaba a Stan Lee para que le incluyera los diálogos finales, debido a este proceso es difícil saber la proporción de la aportación de cada uno en el trabajo final, lo que es un hecho, es que Stan Lee siempre fue la imagen pública de Marvel y se auto promocionaba como el creador jalando todos los reflectores, continuamente con menoscabo de los dibujantes, quienes siempre dijeron que prácticamente ellos hacían el trabajo, esto genero problemas con todos, pero en particular con Jack Kirby quien terminó buscando una salida con DC Comics para dar rienda suelta a sus ideas.
Stan Lee siguió creando, en los 80´s fundó Stan Lee Media, la cual tuvo que cerrar por problemas de fraudes y manipulación de acciones de los socios, en los 2000 escribió para DC Comics la serie “Just Imagine…” que replanteaba a los personajes principales de la editorial bajo la batuta de Stan acompañado de una pléyade de estrellas de la editorial. en 2001, formó POW! Entertainment con Gill Champion y Arthur Lieberman, para crear películas, programas y juegos de video. Stan Lee creó la serie animada de Stripperella para Spike TV, y la serie de cómics digitales por suscripción Stan Lee’s Sunday Comics, en Komikwerks.com, también presentó el canal de YouTube Stan Lee’s World of Heroes.
Si bien siempre fue un autor prolífico, la verdad es que sus creaciones posteriores a los inicios de Marvel nunca tuvieron la misma popularidad ni un buen recibimiento de la crítica especializada, lo que aporta argumentos a sus detractores diciendo que los verdaderos talentos eran Kirby, Ditko o Romita y no Stan.
A pesar de esto, la aportación de Stan Lee es innegable y va más allá de su participación escribiendo los comics, como dijo el gran J.M. DeMatteis “Ha habido mucho debate, a lo largo de las décadas, sobre las contribuciones relativas de Stan (quien fue el editor, director de arte y escritor en jefe de Marvel en esa era formativa) y sus colaboradores. Desde mi perspectiva, la contribución de Stan fue incalculable. Incluso si, hipotéticamente, Jack Kirby y Steve Ditko (quienes eran absolutamente esenciales para el éxito de la compañía, no podría haber ocurrido sin esos dos genios visionarios) planearon cada una de esas historias por su cuenta, Stan creó la vibra y los mitos de Marvel Comics. Lo hizo con una copia de portada engreída y la calidez de las páginas de Bullpen Bulletins, las hilarantes notas a pie de página y los guiones que lograron ser absurdamente pseudo-shakesperianos y, al mismo tiempo, sensatos a la tierra. Los más importantes fueron los personajes absolutamente relacionables (especialmente para un niño al borde de la adolescencia), construidos con partes iguales de angustia y humor y, lo más importante, corazón”.
Bajo mi perspectiva, el aporte de Stan a la cultura popular es enorme, desde la idea, vaga o definida de los personajes que co-creó, la humanización de sus héroes, dotándoles de puntos débiles, la incesante auto publicidad que se hacía, sus ideas progresistas respecto a la comunidad negra, al uso de las drogas, a los jóvenes súper héroes que no necesitaban un mentor para poder buscar la justicia, el uso de teorías “científicas” para justificar los poderes de sus personajes, el uso repetitivo de la letra inicial doble (J. Jonah Jameson, Betty Brand, Peter Parker, Matt Murdock, Bruce Banner, Scott Summers, Susan Storm, Otto Octavius, etc.), la búsqueda de la masificación de los súper héroes mediante el uso de otras plataformas, no solo los medios impresos, siendo parte fundamental para su llegada primero a la televisión y después al cine.
Sin duda, para el público en general, Stan Lee es la cara visible deMarvel, el padre de todos los súper héroes, un error que ha sido popularizado gracias a sus cameos en las películas y a la publicidad misma de su imagen, pero sin duda ha sido pieza clave para la popularización de los súper héroes, algo que sin duda debemos agradecer, sin duda Stan Lee es marca registrada.
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