Actualmente nos encontramos en un mundo donde nuestros héroes nos ahogan con el peso de SU ley, donde ponen su rodilla en nuestros cuellos hasta desfallecer; en un mundo donde nuestros protectores son corruptos y usan sus influencias para desaparecernos; en un mundo donde un virus desconocido paró en seco a civilizaciones completas, refugiándonos en nuestras casas durante semanas ante el enigma de que estará pasando realmente allá afuera.

Con un escenario así, no es de sorprendernos que la esperanza en la gente, su moral, su energía, su optimismo se encuentren por los suelos. Las tasas de desempleo, ansiedad y depresión se han disparado alarmantemente, influyendo directamente una de la otra. Con un panorama tan complicado y deambulante como este, la imagen de un ser con el carisma y el brillo de esperanza que necesitamos debe de emerger, casi de manera obligada, aunque no sea de carne y hueso.

Hace poco, salió una nota de una página de internet donde una fuente dentro de Warner Bros. les comentaba que actualmente para el estudio no verían muy viable una película en solitario de Superman porque sería probable que fracasara.

Si bien, la visión de Superman en el casi extinto DCEU ha sido un tanto controversial, recordemos que el es el mismo superhéroe que prefirió ser un reportero para traer justicia y verdad al mundo. Un refugiado en un mundo donde el suyo fue destruido, por la ignorancia e incompetencia de algunos científicos que se rehusaban a la verdad. Y sobre todo, un símbolo de esperanza que usa su poder para ayudar a todos en la tierra.

Necesitamos a ese superhéroe mas que nunca. La figura casi mesiánica de un ser omnipotente, casi omnipresente, que nos demuestre que por mas oscura sea la noche, siempre el amanecer será mas brillante. Donde nuestros héroes en carne y hueso nos aplastan, los de papel deben de emerger y dar un lado optimista a las cosas.

Tal vez cuando volteemos al cielo, no veremos una figura pasar a gran velocidad, (mas que un avión), pero siempre lo haremos con la esperanza de verlo algún día. Y a eso, nos debemos de aferrar actualmente, a esa esperanza. Una creación imaginaría que nos ayuda a ser mejores personas. El superhéroe que necesitamos y merecemos ahora.

Este es el tiempo para Superman. Up, up and away.