El título de los 90’s “Legends of the Dark Knight” fue un concepto interesante: cuenta historias autónomas utilizando diferentes equipos creativos de renombre en varios momentos durante la carrera de Batman en la lucha contra el crimen.
Como tal, esas historias harían que el título fuera fácil de abordar, sin vincularlo excesivamente a la continuidad del título regular. Es una premisa simple e interesante, y produjo todo tipo de historias interesantes de Batman. “Gothic” de Grant Morrison es quizás una de las más intrigantes de esas historias, y lleva al personaje mucho más allá de lo que los lectores podrían haber esperado.
El arco de la historia se compone de cinco números y se ubica entre el primer trabajo de Grant Morrison para Batman (Arkham Asylum: A Serious House on a Serious Earth) y su posterior run en el personaje, escribiendo Batman, Batman & Robin y Batman Incorporated, entre otros títulos. Si bien la historia es, comprensiblemente, relativamente corta y autónoma, hace un excelente trabajo al encapsular algunos de los temas que Morrison exploraría y desarrollaría durante su extendido run posterior en el personaje.
De hecho, el villano de la historia parece bastante familiar. Mr. Whisper (Sr. Susurro), es un hombre que vendió su alma al diablo para vivir una vida dedicada al pecado y la corrupción. Parece muy similar en forma y arquetipo al siniestro Dr. Hurt (en el run posterior), hasta la conexión con el pasado de Bruce y el uso intensivo de imágenes ocultas. El primer panel de características góticas de Gotham City se presenta como una secuencia de cruces superpuestas a medida que las carreteras y las líneas de tren se superponen para formar una “geometría sagrada” de la ciudad. Al igual que Hurt, Mr. Whisper planea realizar algún tipo de ritual oculto mientras desata una plaga en Gotham.
Por supuesto, esos antagonistas se ajustan al Batman de Morrison. El escritor ha declarado en entrevistas que en realidad no está demasiado interesado en lo que considera una historia convencional de Batman: el personaje luchando contra los mismos adversarios una vez más, derrotándolos de la misma manera. Con la ausencia del Joker, Morrison en realidad no se ha enfrentado a muchos de los villanos familiares de Batman fuera de Arkham Asylum. En cambio, a Morrison le gusta presentar nuevos desafíos a Batman enfrentando al personaje contra enemigos que están fuera de su marco de referencia. “Siento como si estuviera tratando de hacer un rompecabezas en la oscuridad”, comenta Batman mientras trata de dar sentido a sus sueños, y hay una sensación de que Morrison piensa que esa es la única manera de hacer que un rompecabezas sea realmente desafiante para Batman. .
Por un lado, la forma en que la historia abarca lo macabro y lo sobrenatural parece estar en desacuerdo con la estructuración convencional del mundo de Batman. Sí, es amigo de magos y se sabe que ha enfrentado con demonios, pero rara vez se enfrenta a oponentes inmortales que llegan a acuerdos con el diablo. Más importante aún, las historias de Batman rara vez se cuentan con este estilo, el estilo del horror gótico. Es cierto que al presentar a las pandillas de Gotham, Morrison presta atención a las raíces noir-ish del personaje, pero son las espeluznantes imágenes ocultas las que dominan con símbolos como la señal del murciélago invertida y la figura ocho recurrente: el símbolo del infinito giró noventa grados, si no del todo invertidos.
Y, sin embargo, Morrison parece divertirse mucho ubicando esta aventura en el contexto del Año Uno de Frank Miller. Después de todo, se suponía que estas historias de Legends of the Dark Knight (al menos originalmente) se desarrollarían al principio de la carrera de Cruzado Encapotado. Entonces, como uno podría imaginar, Morrison se divierte un poco a expensas de la versión de Miller de Batman, deleitándose escribiendo el tipo de duro y melodramático que Miller disfrutaba interpretando. Morrison presenta a Batman proclamando: “Gotham City es el infierno. Todos estamos en el infierno. ¡Y yo soy el rey del infierno! ” Parece que el escritor escocés se complace en canalizar la descripción de Miller del “infierno en la tierra” a una forma más literal del infierno.
A lo largo del guión, al lidiar con la mafia, Batman es tan antisocial como Miller le escribió. “Tú y los de tu clase han convertido a Gotham City en un infierno”, advierte a los delincuentes que se atreven a acudir a él en busca de protección. “Ahora pudranse en él”. No hay nada más aterrador que ver al colaborador frecuente de Miller, Klaus Janson, ilustrando la deliciosamente malvada sonrisa de Batman mientras asusta a un malvado de Gotham.
Y, sin embargo, Morrison tiene cuidado de compensar esto, como si quisiera socavar la grave seriedad con la que Miller trató al Caballero de la Noche. Morrison se divierte con las convenciones del personaje. Los métodos de Bruce para deducir la fuente de su adversario no son racionales, ya que sigue una grabación de su padre que archivó incorrectamente. “¿No es una pista tenue, amo Bruce?” Pregunta Alfred.
En un momento dado, el villano tiene a Batman en sus manos, pero no lo mata en el acto. Grant tiene cuidado en que el pillo describa su historia, motivaciones y su objetivo, incluso admitiendo: “No sé por qué te estoy diciendo esto”. Naturalmente, en lugar de matar a Bruce, lo atrapa dentro de una elaborada trampa mortal. “Como puede ver, me he tomado algunas molestias para preparar una muerte adecuadamente elaborada para usted”, explica Whisper. “Cuando esta vela se consuma, pondrá en marcha una reacción en cadena. No entraré en todos los detalles, pero todo termina con ese enorme tambor de aceite aplastando tu frágil cráneo “.
Estas son, por supuesto, las convenciones narrativas de los comics, pero se habían evitado en gran medida hacia finales de los ochenta y en los noventa, a raíz de títulos como Watchmen y The Dark Knight Returns. Morrison, por supuesto, claramente tiene un fuerte sentido de nostalgia por estas viejas herramientas de narración y toca cada nota como un profesional. De hecho, incluso se asegura de que Batman viaje un poco por el mundo en esta aventura, presagiando la dirección que eventualmente tomaría con el personaje.
En un momento, Bruce explica la arquitectura gótica de una catedral y, en cierto modo, la historia se construye utilizando esa arquitectura. El villano es un monstruo. Para combatirlo, Batman no se rige por la lógica y la racionalidad, sino por los sueños, los sentimientos y las coincidencias. Estos están estructurados para llevarlo a donde necesita estar, al igual que la catedral está tan estructurada como para maniobrar las almas hacia donde Mr. Whisper necesita que estén.
Sí, Morrison juega con la personalidad del personaje y su historia de fondo. En cierto modo, se siente como un grito consciente a todas esas historias de “historia secreta” de la Edad de Plata, donde descubriríamos algún incidente extraño del pasado del personaje. (Como la idea de que Bruce y Clark solían salir juntos, o ese tipo de cosas). Nunca supimos que Bruce fue a un internado y ciertamente nunca supimos que sus padres fueron asesinados el día que él llegó a casa antes que su padre pudiera exponer al asesino.
Estamos seguros de que Mr. Whisper no tuvo nada que ver con la muerte de los Wayne esa noche. La muerte de los padres de Bruce se lee mejor como una tragedia aleatoria que podría haberle sucedido a cualquiera.
Es difícil creer que la noción de un horror gótico con temática de Batman haya permanecido relativamente inexplorada. El propio Morrison recalca lo bien que resuenan los temas con Batman. Gotham es el infierno. Batman está en su propio infierno personal. Mr. Whisper se va al infierno. Mr. Whisper sacrificó su alma por trescientos años en la Tierra y Batman sacrificó su humanidad por venganza. Algunas personas no pueden liberarse de esos lazos, no importa cuánto intenten hacer trampa. La historia termina con una nota esperanzadora, con la sugerencia de que al menos una persona puede vivir libre de su búsqueda de venganza, mientras Batman libera el alma de una monja que había estado rondando el antiguo monasterio esperando venganza. Hay una sensación de su propio deseo cuando le dice: “Eres libre. Ve en paz.” Porque, por supuesto, Batman nunca será libre.
Como cabría esperar de Morrison, hay muchas alusiones literarias aquí. Los primeros trabajos de Bob Kane sobre el personaje se sintieron especialmente influenciados por el cine expresionista alemán como “Nosferatu” o “The Man Who Laughed”, por lo que parece apropiado hacer referencia a una obra de Fritz. Lang. Es divertido ver cómo mezcla todos estos análogos de la cultura popular en su trabajo. Aquí, a diferencia de sus últimas historias de Batman, no permite que estas alusiones dominen sus escritos, simplemente lo informan.
El arte de Klaus Janson es elegante. Por mucho que Morrison llame la atención sobre el hecho de que el lector está leyendo un comic usando los clichés y herramientas convencionales, Janson nos da panelesque nos recuerdan trabajos pulp de décadas atrás. El estilo de Janson complementa el tono oscuro de la historia que cuenta Morrison. Es rico, áspero, oscuro y extrañamente hermoso. Tampoco puedo evitar sentir que la participación de Janson es un intento deliberado de evocar comparaciones con Miller. El Batman de Morrison siempre se ha definido en contraste con el de Miller, por lo que parece bastante apropiado.
En general, es un trabajo sólido. No es exactamente esencial ni definitivo, pero es una mirada sólida y única al Caballero de la Noche. No es tan importante ni tan icónico como su trabajo original y posterior, pero aquí Morrison muestra su fuerza como un escritor de Batman peculiar y descentrado, mientras presagia algunos de los temas e ideas que desarrollaría mas adelante. Bien vale la pena tu tiempo leer esta historia.
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