SINOPSIS:

Los trapos sucios se lavan en casa es una comedia que se desarrolla en la casa de los Ruíz Palacio, una familia adinerada mexicana donde Lupita y Toña trabajan como empleadas domésticas. Mientras la familia prepara un fin de semana en Las Vegas, las empleadas cansadas del incumplimiento de pagos y la falta de respeto de sus patrones, diseñan para ellos un plan muy diferente. Lo que nadie imagina es el gran secreto que esconde la familia.

Esta cinta mexicana es un remake de la película Panameña llamada Chance que se estrenó el 2009, pero fue traída de nuevo con algunos cambios gracias a Barracuda Films, Río Negro Producciones y Warner Bros. Pictures México.

Dirección; Diego Muñoz

Guion: Diego Muñoz, Lino Georg von Saenger.

Música: Juan Cristóbal Pérez Grobert

Fotografía: Ricardo Garfias

Reparto:Giovanna Zacarías, Arath de la Torre, Lisset, Amorita Rasgado, Angélica Aragón, José Alonso, Matías del Castillo, Mairén Muñoz, Ramón Medína, Salvador Pineda.

La película trata de ser una crítica social llena de humor negro, sin embargo, fracasa épicamente en todos los aspectos estereotipando a las trabajadoras domésticas convirtiendo la película en un programa de comedia muy barato.

Uno de los problemas principales de Los Trapos Sucios Se Lavan En Casa es que parece de no tiene ningún orden o sentido, ya que a lo largo de cinta lo va perdiendo y se vuelve más tonta cada segundo desde las actuaciones, si así se les puede llamar a las acartonadas actuaciones de las sirvientas y a la también cantidad de actores innecesarios que no otorgan nada a la trama y son inútiles, también  el guion de la película se siente como una obra de secundaria que se hizo sin ningún orden y con un montón de acontecimientos al azar junto con el ritmo de la cinta que se va perdiendo desde el inicio llegando hasta el aburrimiento  gracias a sus ‘bromas’ sin sentido.

Lamentablemente Los Trapos Sucios Se Lavan En Casa es de esas películas que trata de excusar sus bromas estúpidas y su racismo a la clase trabajadora como humor negro y como una crítica social que falla terriblemente en su labor de entretener al espectador, siendo de esas películas que solo vas a ver cuando la pasen en la tele pública.