C.S. Lewis, es muy conocido por obras como Las Crónicas de Narnia, pero menos conocido por sus obras de ciencia ficción, entre las cuales escribió una trilogía entera a la que en conjunto se le conoce bajo el nombre de “La Trilogía de Ramson” y ahora hablaremos de la primera parte titulada “Mas allá del Planeta Silencioso”.
Trata sobre un profesor universitario que es raptado por dos individuos, los cuales le llevan a rastras hasta una nave espacial en la que viajan hacia un planeta llamado Malacandra, que más tarde descubriremos que es el planeta Marte, allí él se encuentra con un mundo primitivo y una serie de criaturas de distintos tipos, las que se comunican en un antiguo lenguaje al que el protagonista bautiza como “solar antiguo”.
El planeta es gobernado por el “Oyarsa”, un ser inmaterial con un poder prácticamente ilimitado. Este ser, a diferencia de los dioses lovecraftnianos, no es un ser extradimensional sino algo distinto. C.S. Lewis lo plantea a este y a otros, a los que llama los “Elidilias”, como seres cuya velocidad básica es la misma velocidad de la luz, ellos pueden, por medios relativistas, crear materia a partir de la energía y convertir en energía la materia, al igual que formar cuerpos sólidos a voluntad para aparecerse ante las criaturas, pero estas criaturas afirman haber sido creados por Maleldil un ser eterno e incorpóreo y se asombran ante alguien que procede del planeta del cual Maleldil tomó un cuerpo físico, es decir, la Tierra.
Durante la obra se van tratando una variedad de temas relacionados con la historia de la vida en Marte y con la propia historia de la humanidad. Al protagonista se le explica que hubo una guerra en el pasado lejano que dejó a Marte en su estado actual y a la Tierra aislada del resto del sistema.
Finalmente el protagonista Ramson es regresado a la Tierra junto con sus captores, a los que como castigo por considerar que son destructivos y peligrosos para los seres que habitan el planeta, el Oyarsa les prohíbe regresar a Marte.
Se trata de una obra extensa, pero en ella C.S. Lewis plantea el contrapunto a la tesis que vemos en la obra de Lovecraft, pues al contrario de este último que nos plantea un universo en donde la civilización y toda su moral penden de un hilo, listo para ser cortado en cualquier momento por fuerzas cósmicas, para las que somos enteramente indiferentes surgidos por accidente y al borde continuo de desvanecernos como civilización, siendo estos además una fuerza ajena a nosotros y a este mundo, C.S. Lewis nos dice que existe un propósito superior al que sirven todos los seres del cosmos y que aunque la Tierra esté llena de maldad, no todo en el universo es así. Plantea que existen seres que tienen una moralidad verdaderamente más alta que la humana y que podemos mirar más arriba de nuestra actual condición, que el universo está lleno de vida y no solo de monstruos.
C.S. Lewis era un filósofo brillante, su libro “La Abolición del Hombre”, que trata sobre el impacto de la filosofía implícita en la educación contemporánea, así como su obra “Los Milagros” en donde hace una crítica a los métodos epistemológicos de la época y su posición pre concebida para favorecer el materialismo y negar a toda costa la existencia de fenómenos sobrenaturales, tratan de una forma más clara lo que sus tres novelas de ciencia ficción exponen en clave de ficción, y responde a lo que él considera como una tendencia general de la sociedad a ser cada vez más materialista y amoral, a la vez que la ciencia es cada vez más esotérica y más próxima a lo que en otro tiempo fue considerado como más propio de la brujería y de la magia, tornándose en una suerte de nueva religión, como se va desarrollando a lo largo de las siguientes obras de este autor (de las que publicaré la reseñas próximamente) y que nos muestran (especialmente el último) una sociedad que en aras del progreso destruye, devora y consume todo a su paso para alcanzar lo que ellos llaman el progreso.
En el aspecto científico, esta obra goza de una gran riqueza, el autor nos transmite la sensación de un universo de cosas desconocidas que esperan para ser descubiertas por nosotros. Plantea cosas como el viaje espacial por medio de la energía del viento solar, el “fotosoma” de los propios Eldilias que recuerda las predicciones de la relatividad especial de Einstein sobre objetos que se mueven a la velocidad de la luz, así como observaciones muy acertadas sobre el aspecto que podrían tener los seres adaptados a un mundo con la gravedad del planeta Marte y la posibilidad de la existencia de seres conscientes en el interior de los abismos marcianos.
Uno de los personajes llamados Sorns “unos seres gigantescos con largas patas y aspecto humanoide“, hace una observación muy interesante sobre los humanos al afirmar que es la falta de otras especies inteligentes lo que limita la visión de estos, al no haber nadie que piense diferente, y creo que hay un punto valido allí, necesitamos aprender a apreciar las diferencias inherentes de los seres humanos, reconocer y apreciar inteligencias diferentes a la nuestra en otras personas. A diferencia de lo que a menudo los sistemas educativos hacen al fomentar un tipo “favorito” de inteligencia y un desarrollo individualista de las personas, necesitamos aprender a mirar las maravillas que depara el mundo a quien puede ver más allá de sí mismo.
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