Para los que amamos la lectura, es fácil comprender y reconocer que coleccionar libros, es un hobby que requiere de inversión económica, de espacio y de tiempo. Porque a diferencia de otras colecciones, los libros no solo se admiran… sino que se usan y se vuelven a usar. Y algunos necesitan especial cuidado, más si nos gustan las ediciones extrañas, de esas que nos hace sentir orgullosos de nuestra colección.

Hace unos 8 años, si alguien me hubiera preguntado si cambiaría el placer de sentir las hojas ásperas de mis mundos alternos acariciando mi mano, por un aparatito que me muestra las letras y que almacena miles de mundos alternos al mismo tiempo y es sumamente impersonal a primera vista…. Les hubiera dicho con burla e ironía en la cara que no.

Porque mis libros no solo fueron cúmulos de ideas y palabras ordenadas contando una historia, fueron mi historia, fueron mis compañeros de aventuras de vida, estuvieron allí cuando el mundo desaparecía, fueron mi refugio y mi fuerza muchas veces. Y muchos de ellos siguen siendo mis mejores amigos.

Entonces… ¿cambiar las páginas tangibles por un aparato electrónico? Parecía una tremenda traición, una infidelidad deliberada y descarada. Fue entonces, cuando en uno de mis cumpleaños, llegó en forma de regalo lo que juré nunca usar. Y no lo toque durante una semana… No quería saber cómo se usaba, no quería nada con él. Y la verdad estaría aun allí, en su caja con su plástico incorruptible, sino fuera por la emoción y curiosidad de quien me lo regaló. Y bueno… ¿cómo explicar a un mortal sin la pasión de la lectura en las venas, que lo que estabas por hacer lo sentías como herejía, sin parecer que habías perdido el juicio?

Y entonces… detesto admitirlo. Otra dimensión me fue regalada. Y fui seducida por el lado oscuro…. Y en la primera semana, ya había cargado mi Kindle con mil libros que quería leer y ese fue solo el inicio, porque este aparatito aguantaba lo que quisiera. Podía ser un documento en cualquier formato, lo enviabas y ellos lo transformaban sin costo y lo ponían en tu biblioteca… solo tenías que encender y disfrutar… El poder leer un libro, cuantas veces quisiera sin necesidad de comprarlo y luego decidir si el libro realmente valía la pena, fue una costumbre que se instauró en mi vida.

Y es que imaginen esto, irse de viaje y empacar solo un Kindle lleno de sus libros favoritos, tener la posibilidad en un solo aparato, de tener dos o tres libros con lecturas paralelas, sin que las páginas se dañen, sin que los lomos se desintegren, sin que nuestros atesorados y amados libros sufran las consecuencias. Realmente tiene sus ventajas usar un libro electrónico.

Y resulta ser que empecé a coleccionar Kindles, si el e-book de Amazon… Ya tengo mi tercero y ahora estoy proyectando comprar mi cuarto, esta vez el Kindle Fire, quiero leer comics digitales y creo que, al ser este de colores y táctil, realmente lo disfrutaré para esta aventura.

Los invito a que lean, a que vuelen entre mundos, a que vivan miles de vidas en una sola. Lean no importa si es en papel o en e-book.

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