Cuando un concepto se vuelve muy novedoso siempre se explota hasta el punto del absurdo. Uno de esos enfoques que no faltan es “ESTO TE PUEDE MATAR” y es le caso de la naciente saga de “Escape Room” que trae su secuela.
Despues de sobrevivir a su juego Zoe y Ben no aprendieron nada de Frozen y no pudieron “dejar ir”, por lo que su persecución a la maligna corporación Minos los lleva a Nueva York, donde quedan atrapados en otro juego por su vida (¿Qué esperaban que fuera a pasar?)
La película es un Saw descafeinado. Su mayor acierto es que contagia el estrés que sienten los personajes por resolver el acertijo en el tiempo indicado, con las dificultades que se les van presentando. Pero además agrega un extra para quien está viendo la película: ¿Cuál de los personajes se va a morir en este cuarto?
También destaco que hay detalles en los desarrollos de personaje bastante acertados que de no haberlos el guión tendría socavones, no huecos. El problema es que esto sólo lo hicieron con algunos y no es precisamente un casting muy grande.
Dentro de sus defectos (voy a obviar las actuaciones, ya que en el cine de terror de esta clase no es taaaan importante) está que es muy predecible. El final de la película se adivina desde un principio, pero esto es causado por la premisa, ya que la gente tiene el sentido detectivesco más que activado. La ausencia de violencia gráfica puede ahuyentar al público más adulto y apasionado del género (de ahi mi referencia a Saw sin cafeina.)
En conclusión, Escape Room 2 es una cinta de terror ideal para adolescentes que van a una cita por la ausencia de sangre, ya que las palomitas no serán dejadas de lado. Si no caes en el supuesto, puede que no la pases tan bien, a menos que la veas más como misterio que terror.