Le religión católica es la que la fe que mas se profesa en el mundo: casi el 20% de las personas a nivel global la toman como su creencia principal. No es sorpresa que esta religión este llena de controversias, si no que también la rodee un aura de misticismo desde su creación, hasta días actuales. El vaticano es muy celoso de sus secretos, así que eso alimenta aún mas el misterio y la incertidumbre.
No fue si no hasta los años 70 con la película El Exorcista, que popularizó y catapultó un nuevo tema en las películas de terror en el cine: las posesiones demoniacas. Ya sean inventadas, no oficiales o reinterpretaciones de textos literarios es que podemos observar este genero todos los años en la gran pantalla. Aquí, en El Exorcista del Papa, nos encontraremos con la realización de las memoras del padre y exorcista principal del vaticano, Gabriele Amorth.
El padre Gabriele Amorth, interpretado por Russell Crowe, fue el exorcista cabecera del vaticano desde el año 1986 hasta su muerte, en 2016. Durante su estadía en el pequeño país se contabiliza que realizó mas de 70,000 exorcismos, así la magnitud de su presencia en la religión católica mundial. Sus memorias y relatos fueron publicados en muchos libros durante todos los años que duro haciendo su profesión, además de que su impacto fue tal que él mismo inauguró la Asociación Internacional de Exorcistas.
En El Exorcista del Papa podremos ver realizado un relato de el que se publicó en los libros de An Exorcist Tell His Story, y An Exorcist: More Stories en donde narra como fue uno de los casos mas extremos que le tocó enfrentar siendo una de las personas mas poderosas del clero, siendo una entidad demoniaca muy poderosa la que toma posesión de un niño. Pero si lo turbio y escabroso era ya suficiente con que un menor estuviera involucrado en esto, las pesadillas del padre solo iniciaban, ya que pondrá en peligro su integridad personal con tal de salvar el alma de este infante. Según el mismo padre, como lo describió en sus memorias, menciona que este exorcismo fue el equivalente a una batalla real.
Es conocido que el padre Gabriele tenía una metodología, por llamarlo de una forma, algo peculiar al momento de enfrentarse al mal. Y es que dentro de sus rituales, era el que hacía una burla directa a los entes demoniacos a los que hacía frente, adoptando una postura hasta algo sarcástica hacía ellos al momento del exorcismo. De igual manera, su peso y presencia dentro de la misma iglesia católica lo posicionaban como un hombre importante y por lo tanto, llegaba a tener un ego y aura de grandeza que hacía incomodar a otras personas dentro de la iglesia. Esto se explora un poco también en la película, en la que prácticamente no hay nadie mas arriba que el, mas que el propio Papa, así que no iba a tomar opiniones o comentarios de padres o cleros de menor nivel.
Convencido de que era un solo un caso más en su repertorio de exorcismos, o que era tal vez era algún problema por desorden mental, llega con la guardia baja con este chico, pero mas tarde que temprano se topa con que el demonio que poseía al niño ya tenía conocimiento de este padre, y es que lo pedía a gritos para enfrentarlo cara a cara. Teniendo esta conexión tan fuerte con Gabriele, el mismo padre deberá buscar la manera de enfrentar a este ente y pelear contra el tiempo antes de que se deteriore mas la salud del niño. Pero mientras más se acerca a sus respuestas, encuentra más secretos que la propia casa tenía, por lo que la obtención a sus interrogantes como el nombre del demonio, que quería de el y porque le interesaba tanto al sacerdote esta entidad, será de suma importancia para poder realizar el ritual de exorcismo.
El tema del exorcismo es un tópico muy popular en el mundo, sobre todo en México, por lo que siempre es un éxito asegurado en cines que se presenten películas así. Y a pesar de ser un tema que frecuentemente se toca, el 95% de la película mantiene un muy buen nivel de tensión, ya que el guion se apoya mucho sobre una historia que en realidad pasó, por lo que las vivencias del padre en aquel entonces se ven expuestas en los poco mas de 100 minutos que dura la película. Además de que el trabajo de Russell Crowe es muy bueno, muy convincente recreando el comportamiento del padre y los métodos utilizados en sus rituales espirituales. Es el que lleva la batuta en todo el largometraje y lo logra con creces.
El final del film da pie a que se abra una puerta a futuras secuelas, ya que las experiencias del padre pudieran ser tan fascinantes como para poderlas explorar en mas películas, por lo que creo que no será la única de su linaje. Solo el tiempo y la taquilla, que dudo decepcione, dirán si dan el siguiente paso o se quedan con su opera prima. Pero hay tanto por conocer, tanto por explorar y claro, siempre latente el morbo por ver que más ha pasado y que casos pudo ver este padre cuando estuvo con vida practicando sus exorcismos que, se cuentan, era alrededor de 60 casos al día los que se hacían.
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