C506 Fue invitado a una función especial de “CABRINI”, La película que se presenta en los cines de todo el mundo por cortesía de “Angel Studios” y el director “Alejandro Monteverde”, ambos responsables del sorprendente y controvertido éxito, “Sound of Freedom”.
El Film retrata la vida de Francesca Saverio Cabrini, conocida cariñosamente como Madre Cabrini (1850-1917), nos encontramos ante una obra que intenta capturar la esencia y el legado de una mujer cuya vida estuvo dedicada al servicio de los más necesitados. Interpretada con una delicadeza y profundidad notable por Cristiana Dell’Anna, la película nos sumerge en la historia de Cabrini, una figura que no solo logró la distinción de ser la primera ciudadana estadounidense canonizada en 1946, sino que también se erigió como un símbolo de tenacidad, compasión y determinación inquebrantable.
Aunque la narrativa del filme intenta abarcar la complejidad de su personaje, presentándola como una figura que enfrentó y superó obstáculos tanto dentro como fuera de la Iglesia, incluidos los desafíos planteados por figuras de autoridad como el Papa León XIII (interpretado por Giancarlo Giannini) y el Arzobispo de Nueva York, Michael Corrigan (David Morse), una omisión notable en la representación de Cabrini es su vida de oración y su devoción espiritual. Esta faceta, que se podría argumentar es el corazón de su motivación y resiliencia, apenas se insinúa en el relato. Lo que no evita igualmente que se aprecie la tenacidad con la que llevo adelante su labor, optando el director en cambio, por un enfoque con el que podrán empalizar personas que no comparten una devoción católica en su totalidad, pero si el mismo compromiso de socorrer a los mas necesitados.
La película, dirigida por Alejandro Monteverde, se sumerge en los esfuerzos filantrópicos de Cabrini, destacando su empeño por construir orfanatos, hospitales y otras instituciones caritativas. Sin duda, esta es una faceta crucial de su legado, mostrando su capacidad para enfrentar y mitigar la pobreza y el sufrimiento en la Nueva York de finales del siglo XIX y principios del XX. A través de estas hazañas, Cabrini emerge como una pionera que desafió las normas sociales y eclesiásticas de su tiempo para cumplir con su visión. Su labor es presentada casi como un desafío personal y un testimonio de la capacidad de las mujeres para lograr grandes cosas, enfocándose más en los aspectos terrenales y prácticos de su misión que en sus fundamentos espirituales.
La cinematografía de Gorka Gómez Andreu, junto con la dirección de Monteverde, logra capturar eficazmente el espíritu de la época y los desafíos que Cabrini enfrentó, complementando la narrativa con una producción visualmente rica y detallada. La película también destaca la complejidad del personaje de Cabrini, evitando idealizarla de manera excesiva y mostrando su humanidad, sus dudas y la magnitud de su obra caritativa frente a adversidades formidables.
Un punto notable en la producción, que merece un punto aparte, es el uso del CGI (imágenes generadas por computadora) para recrear la Nueva York de finales del siglo XIX y principios del XX. Este elemento del filme no solo sirve para transportar al espectador en el tiempo y el espacio, sino que también contribuye significativamente a la atmósfera y al tono de la narrativa. A través de los escenarios masivos y los detallados fondos urbanos, el equipo de producción logra evocar con éxito la sensación de una ciudad en la cúspide de la modernidad, pero también plagada de desigualdades y desafíos sociales.
El CGI, aplicado con habilidad y mesura, complementa la dirección de arte y el diseño de producción, proporcionando un telón de fondo creíble y atractivo para la historia de Cabrini. Lejos de distraer o parecer excesivo, el uso de la tecnología en este caso enriquece la experiencia visual del filme, permitiendo una inmersión más profunda en la época retratada. Es especialmente destacable cómo el CGI ayuda a ilustrar la agobiante pobreza de los barrios pobres, así como la magnificencia y el contraste de la arquitectura de la época, elementos cruciales para contextualizar la labor de Cabrini y su impacto en la sociedad neoyorquina.
En conclusión, además de su contribución a los necesitados, la película subraya la relevancia de Cabrini en el contexto actual, recordándonos la importancia del trabajo inmigrante y la compasión hacia los menos afortunados. A través de sus 145 minutos de duración, nos encontramos ante un viaje emotivo y revelador sobre una figura cuya historia merece ser contada, ofreciendo una mirada inspiradora a la vida de una santa no solo de nombre, sino también de acción.
Para aquellos no habituados a disfrutar frecuentemente de películas vinculadas la vida de santos, la cinta aún así proporcionará un retrato agradable de un personaje histórico real, conmovedor y visualmente deslumbrante de Madre Cabrini. No obstante, para los más devotos, podría resultar insuficiente en cuanto a la exploración de sus prácticas y vida espiritual, elementos cruciales de su convicción más allá de la pantalla grande.
Nota: Jonathan Janshon
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