Hollywood tiene un extraño problema de hacer remakes o adaptaciones de películas extranjeras que tuvieron un éxito y que se sienten en la “necesidad” de replicar; algunas ocasiones salen productos medianamente buenos, pero en la mayoría de los casos son producciones muy decepcionantes y que pasan sin pena ni gloria.
No Hables con Extraños seguimos la historia de una familia estadounidense que va a pasar unas vacaciones en las costas de Europa. En este viaje, conocen a una familia británica, la cual los invitan a pasar un fin de semana en su finca apartada de la ciudad, en medio de unos campos bastos y verdes. Lo que parecía ser un fin de semana de relajación y de apartarse de la rutina por un momento, de pronto se convierte en una pesadilla, ya que los huéspedes tenían otras intenciones con sus invitados.
Uno de los puntos fuertes de la película es que prácticamente en toda la duración de la misma sientes una extraña sensación de intranquilidad. Y esto es debido gracias a las magistrales actuaciones de James McAvoy (que es el que carga con toda la película, prácticamente) y de Mackenzie Davis, ya que son los que muestran un reportorio mas amplio de emociones y muestran lo que son los 2 lados de la moneda: la tranquilidad maquiavélica, y la inseguridad desmedida. El resto del cast lo complementan los actores y actrices Scott McNairy, Aisling Franciosi, Dan Hough y Alix West Lefler.
En No Hables Con Extraños, sucede algo muy curioso. Speak No Evil (como es su titulo original) es una producción danesa del 2022 de terror psicológico y suspenso, que tuvo un éxito medianamente bueno, lo que provocó que Hollywood le pusiera el ojo encima e intentaran de hacerse de los derechos de esta película.
Y en este intento de replica, la jugada les sale casi bien. Todo sucede muy orgánicamente, como si de verdad fuera una película hasta original, pero llega el tercer acto y se empieza a desmoronar lentamente, aventando hacía a un lado todo lo que habían construido los dos actos anteriores. Y no es de extrañarse, ya que al parecer, todo el tercer acto se retrabajo y se reinterpreto muy diferente a la versión original, y se llega a sentir en ese (anti) climax que te da la película.
Aún después de todo, sigue siendo un intento bastante decente de una adaptación hollywoodense, que tal vez el final llega a palidecer de su obra original, pero que sin duda vale la pena ver para pasar un rato intranquilo y ver lo genial que actúa James.
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By Rafael Di Navarro
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