Desde principios del mes de septiembre ya se escuchaban rumores de que Intel no era capaz de lidiar con la fabricación de sus propios procesadores y chipsets, hasta el punto que, además de priorizar la producción de sus productos más rentables, también había pedido ayuda a la Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) para dar salida a sus productos y aumentar el suministro para suplir la demanda.
La información también indicaba que la compañía había sincronizado a todas sus fábricas para fabricar procesadores Intel Core e Intel Xeon @ 14nm. Pese a llegar de fuentes fiables, Intel salió rápidamente para desmentir una información que con el paso del tiempo demostró dar en el blanco.
Con el acuerdo firmado, TSMC se encargará de fabricar toda la gama de productos de gama baja, y esto incluye a las marcas Atom, Celeron, Pentium y sus SoCs Silver para tablets y otros dispositivos. El motivo de Intel para escoger a TSMC fue a que era la única fundición disponible capaz de manejar tales pedidos de manera urgente.
A pesar de la escasez de CPUs, Intel aún tuvo un buen desempeño en el tercer trimestre con unos ingresos que aumentaron un 19%. Ahora tocará esperar para ver cómo se comportarán los datos del cuarto trimestre, ya que ha sido precisamente durante el vigente mes de octubre cuando el precio de las CPUs de la compañía prácticamente han duplicado su precio. Con una Intel que ahora se centra en sus productos más importantes, es de esperar que el stock comience a fluir de nuevo a las tiendas, aunque se desconoce cuando todo volverá a la normalidad.
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