Es incomprensible como un film ambientado en navidad, se venga estrenando en territorio mexicano a estas alturas del año, sobre todo siendo una que está colándose en nominaciones en los premios mas prestigiosos de la industria cinematográfica. Ya pueden encontrar en cines Los Que Se Quedan (The Holdovers), una de las películas mas lindas y reconfortantes que verán en el año.
Paul Hunham (Paul Giamatti) es un profesor de historia que imparte clases en un internado en Nueva Inglaterra. Se le conoce entre los pasillos de esta peculiar escuela como un hombre muy estricto y con una manera de impartir clases muy exigente, muy “a la antigua“. Casi no empatiza con nadie, llámese alumnos o hasta el mismo grupo de maestros, por lo que es una persona muy solitaria y muy enfocada en su profesión, ya que él busca la excelencia en la docencia, a costa de sus métodos de enseñanza para su alumnado, que quienes son los que lo resienten.
Después de que Paul es casi obligado a tener que pasar las fiestas decembrinas en el internado (no es que tuviera algo en realidad que hacer en ese par de semanas) junto con un puñado de alumnos que se quedaron porque sus familias no fueron por ellos, simplemente no pudieron viajar o que de plano, no tienen a donde ir, empezará a empatizar con ellos, algo que no había experimentado antes con nadie más, y sobre todo en un chico llamado Angus Tully (Dominic Sessa). Lo que al principio parecía una pesadilla para ambos, con el pasar de los días y la semanas, Paul se dará cuenta que Angus y él comparten muchas similitudes, por muy grande que sea la brecha de años entre ellos, por lo que entre ambos se darán una enseñanza que la misma escuela no puede educar.
A pesar de ser una trama sencilla, créeme que será una de las mejores películas que verás del año, así que dale una oportunidad. Las interpretaciones de Paul Giamatti y Dominic Sessa, aunado al trabajo de Da’Vine Joy Randolph como Mary Lamb, trabajadora de la cafetería de Barton Academy y una madre con un pasado reciente muy doloroso, son brutales. BRUTALES. Sientes el dolor, la alegría, el sufrimiento viéndolos solo a los ojos, y es algo que muy pocas personas en la industria pueden desarrollar: el decir tanto con solo una mirada. No por nada, están siendo alabados por la critica, el público y ganando trofeos, como en los mas recientes Golden Globes, en las categorías de mejores actores.
La película se siente muy humana y con mucho corazón, llegando a empatizar con cada uno de los personajes que salen. Ayuda mucho también el guion, que se siente muy minuciosamente cuidado, y se puede ver al momento de las interacciones del maestro Paul tanto con sus alumnos como al resto del personal docente y conocidos, ya que cada dialogo se puede escuchar lo letrado que era su personaje, además de intelectual y muy bien preparado, pero su talón de Aquiles era el poder realizar lazos personales con la gente.
La fotografía es una chulada. Las locaciones fueron muy bien seleccionadas y la dirección de Alexander Payne es muy pulcra, cuidando los planos y mostrando perfectamente a cuadro a los protagonistas, mostrando una imagen muy limpia de ellos. Destacar también el soundtrack hecho por Mark Orton, que es el alma de está película, adhiriéndole nostalgia y tranquilidad, llegando en puntos muy específicos que hacen que las emociones peguen como una avalancha a tu cuerpo.
Sin duda, esta es una historia con sentimientos encontrados. Podremos ver el viaje de dos personas solitarias; una por decisión propia; la otra, porque no tenía opción. Paul y Dominic hacen el papel de su vida, logrando que ambos se queden al filo de sus emociones en sus interacciones, lo podremos ver por esa mirada típica, sobre todo en los hombres, de hacer que todo está bien, mientras que por dentro uno está dolido; esos ojos cristalinos, el contorno ocular rojo, la vibración en el labio, son señales de emociones contenidas. Y eso hace que esta película se sienta muy humana.
Al final de la película, sentirán una sensación similar a lo que es un abrazo reconfortante, o estar tomando un chocolate caliente en una noche helada. Te hará sentir melancólico y felices a la vez, y esa linda experiencia cinematográfica, pocos largometrajes lo pueden lograr hoy en día. Si eres de lágrima fácil, lleven pañuelos, porque yo los necesité, pero esto será un secreto entre nous.
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By Rafael Di Navarro
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